STAR 1117 - SeongHwa

15 - Juegos mentales

El fin de semana por fin llegó después de una larga semana de regreso a clases. Y eso significaba solo una cosa: ir a visitar a la casa de los abuelos.

En vacaciones no fuí tan seguido, ya que el viaje y las salidas con Min Ho no me daban tiempo. Pero aquella semana, decidí darme un rato libre de todos e ir a visitarlos.

- Bienvenid... ¿Sun Hee? - SeongHwa me observó desde la caja de donde atendían. - ¿Qué haces aquí?

- Hola, Hwa. - Decidí tomar el camino al trabajo de SeongHwa para comprar algunos pastelillos para los abuelitos y abuelitas, no quería llegar con las manos vacías. - Iré a visitar a la casa de los abuelos y quiero comprarles pastelillos.

- ¿Irás ahora? - Éste preguntó acomodándose el delantal que abrazaba su delgada cintura. A lo que yo acerté con un movimiento de cabeza, sonriente. - Mi turno se acabará en diez minutos, ¿te parece si me esperas y te acompaño?

- Oh, ¿quieres venir? - Dije con los ojos un poco más abiertos de lo usual.

- Sí, hace mucho que no los visito. - Éste sonrió tímidamente. - Entonces, ¿me esperarás?

- ¡Claro! - Sonreí.

El chico después de empacar un buen de pastelillos para llevar, se fue a cambiar de ropa y una vez listo, partimos hacia nuestro destino.

Como era ya de costumbre, todos nos dieron una cálida bienvenida junto a abrazos y besos, y deseando que hubiéramos tenido una bonita navidad. Luna nos había ayudado a repartir algunos pastelillos a cada uno, para luego preparar chocolate caliente para beber.

Todos platicábamos con todos, preguntando qué habían hecho en navidad y qué planes tenían para éste año nuevo. Luna nos había explicado que tenía planeado, para año nuevo, rentar una pequeña discoteca donde solo son aceptados a mayores de edad para entrar y así, que todos tuvieran una noche como la de los jóvenes de hoy en día. Reí de ternura ante la idea de Luna, se escuchaba divertida su idea y todos estaban esperando con ansias el año nuevo para ir a bailar.

Unos minutos después, una visita llegó. Era una señora que vivía por aquel vecindario y ella tenía una florería cerca de aquí. La misma había llevado unas pequeñas macetas para decorar y plantas para plantar ahí mismo, en el jardín del lugar. Todos se equiparon con pinceles y pintura de diferentes colores para poder pintar su maceta.

Yo me encontraba sentada en el suelo de la sala junto a SeongHwa. Estábamos tan concentrados cada uno en decorar nuestra maceta que no nos dimos cuenta que éramos los únicos sentados en la habitación.

¿Déjà Vu?

- ¿Dónde están todos? - Pregunté luego de pasar mi vista hacia todos lados, en busca de Luna o de algún abuelito o abuelita.

- Oh... ¿Estarán afuera, en el jardín? - SeongHwa levantó su vista al igual que yo, buscando a alguien. - No noté siquiera cuando salieron.

Unas voces sonaron fuera del edificio, capté que tal vez sí estaban afuera plantando las rosas y las plantas en el jardín.

¿Por qué siempre que pintábamos nos concentrábamos tanto, que no le prestábamos atención a nadie más?

Mi atención se fue hacia la maceta del mayor. Reí burlonamente cuando noté que el chico había dibujado un escenario típico, similar al que dibujó antes aquel día que pintábamos nuestros platos y que un infante haría: una casa, al lado un árbol, un sol iluminando la casa, y una persona hecha de bolitas y palitos.

- Qué bueno que no eres pintor, que si no, morirías de hambre. - Agregué y éste levantó su rostro divertido.

- ¡Oye! - Se quejó, pero una risa seguía escondida en su rostro. - Ya te había dicho que se trataba de un dibujo abstracto. Además, no sabía qué dibujar.