STAR 1117 - SeongHwa

21 - La propuesta

- ¡¿Qué es eso?!

- Un fantasma.

- No estés brome... ¡AHH!

Las palomitas de maíz volaron encima de nuestras cabezas cuando MinGi pegó el grito y aventó el tazón dónde se encontraban las mismas, hacia arriba.

- Te dije que lo era. - Dije divertido de verlo muerto de miedo por una película de horror. - Mira lo que hiciste, nos dejaste sin palomitas de maíz.

MinGi ahora se aferraba a la manga de mi suéter aterrado, pero sin dejar de ver la pantalla de la televisión.

- ¿Por qué da tanto miedo ésta película? - Este susurró, bajo la casi completa, oscuridad en la que nos encontrábamos, siendo la única luz, la que generaba la televisión.

- ¿Porque es de terror? - Pregunté obvio.

MinGi había insistido en ver una película en mi casa. Cómo era de costumbre, se auto-invitó a mi casa y vino durante la tarde. El sol ya se había ocultado y la luna había ocupado su lugar, y éste hombre aún seguía aquí. No era que me molestara su compañía, era solo que yo me moría de sueño y el chico solo me codeaba durante toda la película para no caer dormido.

- ¡No te duermas! - Dijo por octava vez. - ¡No me dejes solo!

- Tengo sueño, MinGi. - Dije viendo el reloj de mi móvil al lado mío y notando que eran pasadas de la media noche. - Ya es muy tarde.

- Cierto. - Hizo una mueca, pensante. - Vayamos a dormir.

Éste terminó de decir y tomó el control remoto para quitar la película, y apagar la televisión, dejándonos sin la única fuente de luz que teníamos.

- ¡AHH, SEONGHWA!

- Aquí estoy, idiota. - Me burlé, mientras sentía que el chico tanteaba con ambas manos al aire para encontrarme. - Déjame enciendo las luces.

Al igual que MinGi, tanteé al aire hasta sentir la pared para poder encender las luces.

- Oh... Mejor. - Exclamó aliviado cuando todas las luces de la sala se encendieron.

- ¿Te quedarás? - Le pregunté, mientras trataba de recoger todas las palomitas de maíz regadas por todo el suelo.

- ¿Puedo? - Éste me ayudó también.

- Aunque te diga que no, te quedarás. - Reí. - Prepararé la habitación de invitados.

Después de recoger y limpiar todo el desorden que había en la sala entre ambos, saqué algunas almohadas y cobijas del armario de la habitación de invitados y se los extendí a MinGi.

- Gracias.

- Sabes dónde está todo, así que descansa. - Le dije palmeando su hombro derecho antes de irme.

- Oye, Hwa.

Ante su llamado, me giré de nuevo, para darle toda mi atención.

- ¿Qué pasa?

- ¿Cuándo vas a invitar a Sun Hee a salir? - Éste preguntó, mientras coloca las almohadas sobre la cama.

- No lo sé...

Habían pasado bastantes días desde que Sun Hee me pidió que la esperara y por eso mismo, no había tratado de hacer nada al respecto. Pensaba que darle su espacio y tiempo sería suficiente.

- ¿Cómo que aún no lo sabes? - Éste me preguntó indignado, terminando de estirar la cobija que le había dado antes sobre la cama.

- No quiero ser tan intenso. Quiero darle su espacio.