09 - Moras

246 24 4
                                    

- Te ves muy contento siendo tan temprano en clases y saliendo de un examen.

MinGi comentó caminando a mi lado mientras íbamos a unas de las canchas de la universidad. MinGi y yo coincidimos en nuestras horas libres y decidimos jugar unas rondas de baloncesto para perder un poco el tiempo a que diera la hora del almuerzo, y fuéramos a la cafetería en busca de las chicas.

- Lo estoy. - Admití con una sonrisa traviesa cuando tomé el balón, y empecé a lanzarla contra la canasta al azar.

- ¡Incluso sonríes! - El chico se colocó a mi lado expectante de mi rostro. - Vaya... ¿Tan bien te fue en el examen?

Después de anotar una cesta, suspiré y volví a sonreir.

- Sí...

"No dejes de hacerlo".

No sé por qué... Pero desde ayer que fuí a la casa de Sun Hee, no podía dejar de sentirme tan energético. Me sentía como cuando te dicen que te llevaran a un parque de diversiones y los ansías con muchas ganas. Lo único extraño, es que no sabía qué era lo que ansiaba; no era que estuviera esperando a alguien ni nada por el estilo, solo me sentía muy contento.

MinGi no dejaba de molestarme sobre la cosa que me tenía "idiotizado". Ni siquiera yo sabía que me tenía de tal forma. Así que para que dejara de molestar al respecto, le conté cómo fue la experiencia ir a la casa de los abuelos y abuelas, y como realmente te encariñabas rápidamente con todos.

- Realmente te envidio, - Éste comentó luego de escucharme. - Ojalá y la próxima vez pueda ir. Tuve práctica de baloncesto todo el día de ayer, así que ahora todo el cuerpo me duele.

Éste se quejó masajeandose él mismo sus hombros.

- Te divertirás, lo prometo. - Sonreí al recordar a algunas abuelitas que siguen dándome cumplidos, incluso cuando estaba por irme.

- ¿Y fue el innombrable ese? - MinGi escupió con descaro al pronunciarlo.

- ¿Min Ho? - Este afirmó con un mohín. - Sep.

Nos detuvimos unos minutos a descansar, sentándonos en el piso, uno frente al otro para seguir con la charla.

- Cómo odio a ese tipo. - MinGi quejó después de beber agua. - Pero aún me siento culpable por casi envenenarlo.

Reí al recordar el asunto de las nueces.

- Pensé que le darías una oportunidad después de aquello.

- Por más que lo intento, no puedo... ¿Cómo explicarlo sin que suene grosero? - Éste rascó su nuca, pensativo. - Es solo que me da mala espina... Usa tácticas de niño bonito para ganarse a las chicas y ellas caen directo en la trampa.

- Bueno... No lo conozco mucho, no más que tu, pero...

- No me digas que también tú te perdiste en sus encantos. - Éste me tomó por lo hombros asustado por mi respuesta.

- No, MinGi. - Dije riendo un poco, a la vez que me deshacía de su agarre. - Lo que trato de decir es que, incluso si a nosotros no nos agrada o nos da mala espina, sigue siendo una amistad de Sun Hee y de las demás chicas, lo cual debemos de respetar.

Mi amigo da un largo y cansado suspiro, y luego, termina por recostarse en el piso de la cancha.

- No puedo evitar pensar que todo será como una película de terror; pienso que Min Ho sería ese tipo de chico apuesto que sacrificaría a los demás con tal de poder sobrevivir.

- Aun así a las chicas realmente les gustaría que fuéramos su amigo... Después de todo, tal vez él y Sun Hee sean algo...

MinGi se levantó de golpe al escuchar lo anterior y abriendo los ojos como platos de sopa, se acerca más hacia mí horrorizado.

STAR 1117 - SeongHwaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora