Capítulo 12 El vociferador

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- Finite Incantatem. – dijo Hermione apuntándole a las manos de Samantha, los granos y la hinchazón desaparecieron al instante - ¿Estás bien?

- Sí, no sentí nada, sólo me asusté.

- ¿Quién envió eso?

- No lo sé.

La castaña se acercó al papel que seguía sobre los archivadores y leyó.

"No puedo comer contigo hoy. Weasley está distraído por Pansy y yo estoy trabajando por dos. Te veo más tarde. D.L.M.G"

- Qué idiota – dijo negando con una sonrisa.

- ¿Quién?

Hermione no le contestó, todavía estaba asimilando que él hubiera escrito la letra "g" después de la letra "m" cómo agregándole el Granger a su propio nombre.

- Samantha, ¿sabes enviar vociferadores?

- No.

- Pues hoy vas a aprender.

Y por la mirada ansiosa de aprender algo nuevo que puso, por primera vez Hermione sintió que conectaba con su asistente. Terminaron el trabajo, comieron algo rápido y continuaron, al final del día Hermione le enseñó cómo hacer un vociferador. Se tardó un poco más de lo que creyó para enseñarle esto, pero quedó satisfecha cuando estuvo listo.

- Sólo falta enviarlo.

- Yo lo hago, escríbele tu dirección al sobre, me encargaré de enviarla y de acomodar todo tu papeleo y tú puedes irte, jefa, creo que el señor Malfoy está esperándote afuera.

- ¿Qué?

- Sí, desde hace rato está ahí afuera, me pidió que no te dijera nada para que terminaras tu trabajo.

Hermione sonrió, a veces Draco hacía esos pequeños gestos, que para ella significaban mucho más de lo que parecían a simple vista. Se despidió de Samantha y abrió la puerta para efectivamente, ver a su esposo recargado de la pared, a unos metros de su oficina.

- ¿Me esperaste?

- No, solo me dieron ganas de recargarme aquí cómo por una hora.

- Pudiste haber ido a casa.

- Quería... verte.

- Eres tan lindo.

- ¿Qué? No me digas así – se cruzó de brazos y Hermione enredó una mano en su cabello.

- Vamos a casa, debemos hablar.

- Siempre y cuando no me digas que soy lindo.

- Lo eres.

- Que no.

Y Hermione le siguió repitiendo lo mismo por todo el trayecto a su casa hasta que llegaron a la entrada, se detuvieron frente a la entrada y ella buscó sus llaves, porque claramente estaban en el mundo muggle y no iba a lanzarle un alohomora a la puerta, había otros hechizos alrededor que protegían su casa, pero no quería lanzar un hechizo así en plena calle

- No encuentro mis llaves, ¿tienes las tuyas?

Draco la miró de lado. Él tenía unas llaves, claro que sí, pero nunca las llevaba con él. Negó a modo de respuesta y miró a todos lados, Hermione se puso de tal forma que tapara la vista de cualquier persona, aunque era de noche y la calle estaba vacía, y Malfoy usó el hechizo para abrir la puerta. Entraron a la casa.

Para Siempre (Segunda parte de Detrás del librero) Dramione +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora