Capítulo 33 Te dije que llegaría.

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Dios, cómo necesitaba alejarme de todo el drama y la tensión de los capítulos anteriores.

Me siento muy bondadosa hoy, por eso subo otro capítulo. Y también por StefaniaSanchezZuk, a quien dedico este capítulo, porque dijo que quería más y yo siempre les hago caso a mis lectores, oh sí. Gracia Stefania, has estado desde la primer historia que subí, según recuerdo. Gracias por tus comentarios y votos.

Ya los dejo del capítulo, espero les guste, no olviden votar :)

***


Hermione despertó dos días después en una habitación de San Mungo, pero no pudo abrir los ojos. Lo intentó varias veces, pero fue inútil. Luego escuchó una voz que sonaba algo molesta, a su lado. Conocía esa voz, pero le tomó algo de tiempo darse cuenta de qué era lo que decía.

- ...sea. Quiero levantarme de aquí e ir contigo, pero según Blaise no puedo ni debo moverme. Pues se puede ir al demonio, porque cuando despiertes estoy seguro de que tú también querrás venir a mi cama.

Era como si Draco le estuviera hablando a ella, así que sonrió débilmente y quiso hablarle. Tampoco pudo hacerlo, así que mentalmente también mandó a Blaise al demonio. No tenía nada en su contra, solo necesitaba maldecir algo. Y lo maldijo más cuando intentó moverse y se dio cuenta como todo el cuerpo le dolía, ¿qué, en San Mungo no tenían alguna poción para el dolor? Le llegaron súbitamente los recuerdos de todo lo que había pasado y trató de tomar las sábanas de su cama con fuerza, pero solo sintió algo delgado y largo junto a su mano. Era una varita.

- Como si no fuera suficiente el infierno que pasamos, nos dejan en camas separadas. No me importa si lo hacen porque según ellos es necesario que estemos así por si surge alguna complicación. Mis padres dijeron que ya estaban tomándose muchas libertades dejándonos en la misma habitación, pero ¿de qué sirve ser rico cuando no podemos hacer que nos dejen quedarnos en la misma cama?

Si la garganta de Hermione estuviera bien, se estaría carcajeando por la forma en que Draco se quejaba de todo. En lugar de intentar hablarle, intentó abrir los ojos nuevamente, esta vez lo logró, pero la luz del lugar la hizo cerrarlos nuevamente. Tuvo que parpadear varias veces hasta que pudo mantenerlos entreabiertos. Solo veía el techo y una habitación iluminada. Según ella Draco estaba a su izquierda, así que luego de respirar varias veces, tomó la varita y lanzó unas pocas chispas rojas. Eso llamó la atención de Malfoy.

- ¿Hermione, ya estás despierta? – Él tampoco estaba bien, así que solo podía ladear su cabeza de cierta forma, para verla de reojo – Espera, no trates de hacer mucha fuerza, Blaise dijo que te dolería todo el cuerpo y que no podrías hablar por algunos días, tu garganta está muy lastimada. Yo les di la idea de dejarte tu varita, por si despertabas y yo estaba dormido... Me están dando muchas pociones para dormir.

No obtuvo respuesta, así que abrió la boca para continuar hablando, por el momento le bastaba con saber que ella estaba despierta.

- Se supone debería avisarle a algún medimago que despertaste, para que alguien te revise, déjame llamar a...

El rubio se calló cuando empezó a ver cómo aparecían unas letras rojas y brillantes en el techo.

"No."

- No hagas magia, Granger. Deja de presumir que estuviste dos días inconsciente y que eres capaz de realizar hechizos no verbales.

"¿Estás bien?"

- Sí, lo estoy. Ahora, lo digo en serio, deja de escribir...

"No."

- Eres muy terca. De hecho eres tan terca que gracias a ti estamos vivos. Yo no supe explicar lo que pasó. Me desmayé y te dejé sola con Samantha, perdóname yo no...

Para Siempre (Segunda parte de Detrás del librero) Dramione +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora