Capítulo 29 ¿Puedo besarte?

872 50 5
                                    

Antes de que inicie el capítulo, quiero hacer un pequeño espacio para decir que desde aquí envío un Lumos Maxima por la muerte de Helen McCrory. Ella interpretaba a Narcissa Malfoy en las películas de Harry Potter, y creo que haz hecho un buen trabajo cuando tienes a toda una familia como somos los Potterheads, enviando todo tipo de muestra de apoyo a su familia.

Me dolió que falleciera, me dolieron las palabras que dijo su esposo en el comunicado, pero también me di cuenta que fue una persona maravillosa y amada por todos. Gracias por entregarnos la mejor interpretación posible de Narcissa, Helen. Gracias por formar parte de esta historia.

Ahora sí, los dejo con el capítulo.

***

Hermione buscó su varita y la escondió muy bien entre su ropa. Salió de la habitación para buscar la capa de invisibilidad y cuando la encontró, regresó para dársela al rubio. Justo había entrado al cuarto cuando unos brazos la envolvieron.

- Ya sabes qué hacer, yo estaré listo para lo que sea.

- Lo sé.

- Te amo.

La castaña se separó de él y le echó la capa encima.

- Yo también, Malfoy.

Luego salieron de la habitación. Ella se puso a limpiar la cocina, cómo si no supiera que Samantha estaba en camino. Draco observaba todo, con su varita en alto, bajo la capa de invisibilidad.

Contaba los segundos, como si eso le ayudara a controlar los latidos de su corazón. Cuando llegó al cien, creyó que todo estaba demasiado quieto, Hermione le daba la espalda, buscaba algo en una estantería. Debía parecer que no tenía idea de lo que iba a pasar.

Draco comenzó a contar otra vez. Atento a la puerta, a las ventanas, a cualquier cosa que le indicara que algo pasaría, que alguien llegaría. Esperaba una explosión, o hechizos yendo y viniendo de un lado a otro, cualquier cosa, menos los golpes que escuchó en la puerta. Alguien estaba tocando.

Hermione detuvo lo que estaba haciendo y se quedó atenta escuchando cualquier otra cosa. Samantha nunca había tocado una maldita puerta, ni siquiera cuando trabajaba como su asistente. No sabía dónde estaba Malfoy exactamente así que puso una cara de determinación y caminó a la entrada, como si fuera normal que alguien tocara la puerta de una casa en medio del bosque.

- Abran, solo soy yo.

Hermione lo pensó dos segundos, levantó su varita y la puerta se abrió, revelando a Draco con las manos levantadas, como si quisiera demostrar que iba en son de paz.

- Entra y cierra la puerta – le dijo la castaña.

- Qué bienvenida tan cálida.

Ella ignoró el comentario y pasó los ojos por el cuerpo del rubio que tenía enfrente. Se recordó que Samantha siempre iba un paso por delante, estaba acostumbrada a usar la poción multijugos, así que debía asegurarse de a quien había dejado entrar. Tomó su varita con fuerza y se le acercó apuntándole directo a la cara.

- ¿Cuáles fueron las primeras palabras que me dijiste cuando Malfoy me presentó como su novia?

- No dije nada. Te miré de arriba a abajo y fruncí los labios.

Entonces Hermione bajó su varita y al mismo tiempo el verdadero Draco se quitó la capa de invisibilidad.

- ¿Qué haces aquí, padre? – le preguntó a su doble.

- Se me terminó la poción multijugos. Necesito que me des algo de tu cabello.

- Pero te dejé un mechón completo de mi cabello.

Para Siempre (Segunda parte de Detrás del librero) Dramione +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora