Para Siempre (Segunda parte de Detrás del librero) Dramione +18

Capítulo 34 No cambia nada

Capítulo dedicado a viviana_jimenez50. Tú haz alegrado mucho mi día con tus comentarios, todos los que escriben deberían tener lectores como tú. Ahora bien, sé que todavía no pasas por todo el drama que yo les he hecho pasar, así que espero sigas pensando lo mismo de mí cuando llegues hasta aquí.

Ya los dejo con el capítulo.

***

- Me quiero... ir.

- Ya lo sé.

- Quiero... trabajar.

- Sí, Hermione.

- Entonces... déjame ir.

- No.

- Llevo aquí... cinco días.

- Y todavía no puedes hablar bien, así que no te irás. Sería diferente sí me hubieras dejado atenderte al principio o si dejaras de hablar cada dos segundos.

- Malfoy se fue... esta mañana.

- Eso no es verdad, él sigue aquí, pegado a ti.

- Oye Blaise, – replicó el rubio, sentado en la cama de Hermione – déjala ir, la cuidaré bien.

- Quiero que se quede aquí una noche más. Ya puedes dar algunos pasos Hermione, pero si te dejo ir, sé que no descansaras y echarás todo tu progreso a la basura.

- Me caes mal... Blaise.

- Te comportas como una niña inmadura, eres peor que Draco.

Un golpe se escuchó del otro lado de la puerta de la habitación, seguido de un grito por parte de Ron.

- ¡Abre la puerta, Draco!

Blaise abrió la puerta con un movimiento de varita, listo para regañar a Ron por estar haciendo escándalo en el hospital. Solo que el pelirrojo no fue lo que entró por la puerta, sino una estructura de piedra.

- ¿Qué demonios? ¿Cómo pudiste meter eso aquí?

Ron había levitado un pensadero hasta la habitación, lo dejó en una esquina a la par que bajaba su varita.

- Con un hechizo levitatorio, obviamente.

- No me refiero a eso. ¿Cómo te dejaron meterlo a San Mungo?

- Ah, eso fue fácil. El señor Malfoy lo consiguió, sobornó a los empleados y yo me encargué de traerlo aquí.

- ¿Sobornó...? – preguntó Hermione.

- Quiero decir que dejó una donación al hospital – le contestó Ron.

- ¿Para qué mandó un pensadero mi padre?

- Yo se lo pedí. ¿Blaise, me darías un momento a solas con Draco y Hermione?

Entonces el moreno se cruzó de brazos burlonamente.

- No. Estos dos pueden volverme loco aquí en San Mungo, pero esto no es un asunto del hospital, creo que es algo personal. Y yo soy parte de esto tanto como tú, así que habla.

- Creo que ya sabía que dirías eso. Tengo algo para ustedes, pero Hermione, Draco, no quiero que se alteren, quiero que confíen en mí, ¿bien?

Los dos se miraron con confusión. El rubio asintió, encogiéndose de hombros.

- Hermione, por favor. Confía en mí.