"Ya no había vuelta atrás... Ahora todo lo había complicado por no haberle sido sincera desde antes"
Erin
El lunes siguiente, después de aquella noche de sábado que ambos jóvenes jamás olvidarían, Uriel se encontraba con su madre haciéndole el desayuno como cada mañana.
Había pasado 1 día después de haber hecho el amor con aquella joven y la sonrisa aún no se le había ido de su rostro, cosa que para él no olvidaría jamás. Deseaba verla, pero solo faltaba 1 hora para verla de nuevo en clase.
Y es que, aquella noche, Uriel se había tenido que ir 2 horas después debido a que el tío de Erin volvería. Pero casi no se fue de su lado y deseaba quedarse junto a ella, abrazarla y ser él mismo a su lado. Porque desde que la había conocido, empezaba a ser él de verdad y lo echaba realmente de menos.
—Nunca te había visto tan contento, cariño —dijo Gianna, la madre de Uriel.
Una parte de su cuerpo apenas lo podía mover como antes, pero su brazo derecho estaba paralizado después de aquel ataque que le dio hacía varios meses atrás. Gracias a rehabilitación pudo caminar por sí misma, pero necesitaba ayuda de alguien para poder subir y bajar algún escalón y no se tropezara con facilidad.
Uriel observó a su madre, feliz y cuando le dio el desayuno, le dio un beso en la mejilla para luego sentarse y tomarse unas tostadas.
—Es que hoy hace un día precioso, mamá. No sé... Estoy animado —contestó con un brillo en los ojos que ni su madre había visto nunca.
Y la mujer sonrió mientras se colocaba un mechón de pelo detrás de su oreja.
—Me puedo imaginar un poco el qué o quién te ha dejado así —recalcó eso último y él sonrió aún más al recordar a Erin.
Pero no quería decirle nada a su madre de momento, al menos hasta que se la presentara cuando Erin estuviese preparada.
—¿Así como?
La mujer, tomando el tenedor con la mano izquierda, lo señaló.
—Con esa cara.
Él movió los hombros, divertido. Terminó de tomar su desayuno con su madre en cuanto llegó su tía y luego se levantó para tomar su mochila negra y volver a darle un beso en la mejilla a su madre.
—Bueno, mamá. Me voy a la universidad. —Se dirigió hacia la puerta y antes de irse, dijo. —Te quiero.
La mujer se quedó sola, junto con su hermana y luego negó mientras sonreía al ver a su hijo así. No era tonta y sabía que esa sonrisa, conociendo a Uriel por lo cerrado que era, que debía de ser alguien que lo estaba alegrando.
***
—¡Hombre! ¿Y esa sonrisita? —dijo Will, acercándose a su amigo por la espalda mientras estaba pegado a la pared esperándolo—. Te has acostado con Erin por fin —contestó enseñando todos sus dientes.
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Déjame amarte [+18] ✔️ (COMPLETA)
Romance🏆Historia finalista de los premios Wattys 2021🏆 Uriel, un hombre reservado y con problemas tanto familiares como económicos, empieza su primer año de carrera universitaria a pesar de esa complicada situación en la que vive. Se encerrará en su mund...