"Si, la amaba. Y haría lo que fuese para demostrarle que era digno de ella"
Uriel
Con una rapidez imperdonable, Uriel y Erin se vistieron en un tiempo récord para eliminar cualquier rastro de momento amoroso que habían tenido momentos antes. Juntos salieron al pasillo, cerrando la puerta detrás de ellos y caminando hacia el pequeño salón de aquel diminuto lugar.
Entonces, mientras ellos estaban algo angustiados por la prisa que se dieron para que nadie notara lo que habían estado haciendo en ese cuarto, la madre y la tía de Uriel, los observaron sonrientes por dicha escena.
No hacía falta ser muy inteligente para ver los cabellos de ambos algo rebeldes, aunque hubiesen intentado peinarse anteriormente.
Uriel observó a cada una de aquellas mujeres que acababan de entrar mirándolo cómplice, lo que él le hizo negar mientras sonreía.
—Vaya... No sabía que tenías compañía —murmuró su tía, elevando una ceja y mirando a Erin que estaba escondida detrás de Uriel, vergonzosa.
—Tía...—advirtió para luego ella levantar las manos y reír un poco.
—Voy a buscar la compra —contestó, anunciando lo que iba a hacer y saliendo de aquel piso para dejar a aquellas 3 personas solas.
Su madre, quien sujetaba la muleta, se apoyó en la pared y, sin dejar de mirar a la pareja, siguió sonriendo.
—¿No me presentas a tu novia?
Uriel se alarmó, tímido y temeroso de que aquella palabra la asustara a Erin. No habían hablado del tema y temía que ella, cual jamás había tenido una pareja, no le gustase la palabra. Necesitaban hablar de eso más adelante, por lo que Uriel se acercó a su madre y, en voz baja, le respondió.
—Oh, eh... No hemos hablado de eso, mamá.
Pero lo cierto es que a Erin le gustó y bastante esa palabra.
—Me llamo Erin —dijo ella, acercándose a la madre de Uriel y su rostro cambió por completo—. Oh, yo la conozco...
Gianna observó a aquella joven, la cual le sonaba bastante su rostro. Lo que hizo que aquel recuerdo que tuvo aquella noche hace meses, se remontara nuevamente en su cerebro.
Recordando a aquella muchacha que se acercó a ella corriendo al verla en el suelo y hablando ella con esa mujer mientras esperaban a la ambulancia. Era un pueblo pequeño y sabía que su hijo estaba buscando a esa mujer para agradecerle lo que había hecho esa chica al salvar a su madre.
Y la sonrisa de aquella mujer se ensanchó al verla, lo que Uriel se extrañó y bastante.
—¿Eres...? Eres esa chica —aclaró Gianna—. Uriel, es ella.
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Déjame amarte [+18] ✔️ (COMPLETA)
Romance🏆Historia finalista de los premios Wattys 2021🏆 Uriel, un hombre reservado y con problemas tanto familiares como económicos, empieza su primer año de carrera universitaria a pesar de esa complicada situación en la que vive. Se encerrará en su mund...