Arthit y Kong llegaron al restaurante un cuarto de hora después. Prem había pedido champán y los aperitivos estaban servidos en la mesa.
- ¡Habéis tardado mucho! - dijo Prem. - Se calienta el champán.
- ¡Tengo hambre! Ya era hora – protestó Bright llevándose una tostada de foie a la boca.
- ¿Ya le dijiste sobre el regalo? - Tootha preguntó. Arthit negó.
- ¿Regalo? - Kong miró a Arthit - ¿Tienes un regalo para mí, Thit? ¿Qué es? ¿Qué es?
- Tan ansioso como un niño, no te diré. Tienes que ser paciente.
- Oiiii Thit, eso no es justo. - Lentamente se acercó a Arthit y mientras le daba la espalda a sus mayores, susurrándole bajito en la oreja le dijo – luego te enseñaré lo paciente que puedo llegar a ser.
La cara de Arthit se volvió roja y sus amigos empezaron a reírse, todos menos Knott.
La cena transcurrió sin ningún contratiempo, Kong reía con las payasadas de Bright y Arthit reía viendo a Kongpob ser feliz. Cuando la cena estaba por acabar, Prem levantó la copa y diciendo un breve discurso en nombre de todos, felicitó a Kong.
Todos habían estado muy alegres, habían bebido, habían comido y habían bromeado. Solo una persona había estado callada sonriendo forzadamente.
Cuando se levantaron y se disponían a irse, Kong agarró a Knott por el brazo mientras que los demás salían del restaurante.
- P'... yo... quería pedirte perdón – Knott le miró extrañado. - Si yo me hubiera dado cuenta o hubiera hablado más con él, quizás ahora...
- Kong, no tienes que disculparte ni pedir perdón. Tú no eres culpable de nada.
- Pero...
Knott le puso una mano en el hombro. Sonrió levemente y le miró.
- No te preocupes por mí. Estoy bien, necesito pasar un tiempo, así que no te preocupes ¿vale? Tú ahora tienes que estar feliz. Te acabas de graduar y tienes que celebrarlo con Arthit.
Kong le miró y sonrió levemente asintiendo.
- ¡Ey! ¿Qué estáis haciendo aquí? Os estamos esperando afuera. Kong, Arthit está impaciente. - Bright se acercó a ellos.
- Nada – Knott mirando cómplice a Kong. - Estábamos acabando de recoger las cosas para llevarlas al coche.
Los tres se dirigieron al parquin. Iban hablando sobre la graduación de Kong, cuando al llegar Bright y Knott se despidieron de él. Los dos mayores se dirigieron al coche de la izquierda, el coche de Prem que los llevaría de vuelta a su hogar mientras Kong y Arthit irían en el del mayor.
Esta vez era Arthit quien conducía, lo hacía deprisa, tenían poco tiempo para llegar. Kong miraba por la ventanilla, contrariado preguntó:
- Thit, ¿a dónde vamos? Este no es el camino a casa.
- No, no lo es pero es que no vamos a casa.
- Y, ¿a dónde vamos entonces? – Kong se giró y le miró intrigado.
- Ya lo verás. Por ahora tenemos que darnos prisa, vamos con el tiempo justo.
Kong se encogió de hombros, aún no sabía a dónde se dirigían. De repente el paisaje se volvió familiar, pues había estado unas cuantas veces allí. Se dirigían al hangar de Arthit.
- Thit...
- ¿Hmmm?
- ¿Por qué nos dirigimos al hangar? ¿Vas a regalarme un avión quizás?

ESTÁS LEYENDO
El arte del ex ladrón
FanfictionSegunda parte de: El ladrón de arte. ¿Qué pasaría si Arthit y sus amigos tuvieran que volver a su antigua vida? ¿Cómo se lo tomará Kong? ¿Qué pasará si en su relación se añade un tercero? La historia es 100% mía. Los cuadros escogidos pa...