Las horas pasaron y los chicos se despidieron para dormir. Era al amanecer cuando los amigos se despidieron para dirigirse a sus habitaciones para poder descansar. Arthit también se despidió del menor, dándole un beso en los labios.
Cuando llegó al umbral de la puerta del comedor, se giró, miró a su menor acariciando el pelo del bebé. No sabía porque pero tenía el presentimiento que eso no iba a acabar bien.
Kong también se quedó dormido, pero solo fueron un par de horas, puesto que Lee reclamaba de nuevo su biberón. Con mucho sueño, Kong se levantó, cambió el pañal del pequeño y calentó el biberón. Se volvió a sentar en el sofá y dio la toma al pequeño.
Se dirigió al baño y sin saber dónde dejar al niño mientras se duchaba, decidió llevarlo al baño consigo y ponerlo dentro del espacioso cesto de la ropa sucia. Dejó al bebé sentado en el suelo mientras daba la vuelta a la cesta haciendo que ésta se esparciera por todo el suelo después amontonó la ropa en un rincón y colocó al bebé con su león dentro del cesto.
Kong vigilaba al bebé a través de la mampara, se intentó duchar rápido mientras el agua caliente deslizándose por su cuerpo, quitó todas las tensiones de ese día. No había podido comentar con nadie lo que Tew le había contado pero sabía que necesitaba su espacio, tal como le había dicho Arthit. Solo sabía que le iba a extrañar.
La puerta se abrió dando paso al mayor que con cara seria miró al menor que salía de la ducha cogiendo una toalla.
- Kong, ¿qué hace el baño tan desordenado?
- ¡Oh! Lo siento Thit, pero no tenía a nadie para dejar a Lee mientras me duchaba así que improvisé un canasto. Enseguida lo recojo. ¿Qué haces levantado tan temprano? – Kong sonrió.
Arthit le devolvió la sonrisa y miró al bebé dentro del cesto. El bebé frunció el ceño pero después al ver a Kong sonrió, enseñándole los dientes.
- Tengo que ir a trabajar, tengo varias cosas importantes que hacer antes de la reunión. No puedo permitirme descansar. Dejaré que ellos descansen un poco.
- Sobre todo, no te sobre esfuerces – Se acercó a Arthit y le acarició la cara, para después dejarle un suave beso en los labios. - Ven amiguito, iremos hoy de compras. Necesitas pañales, ropa, una cuna y juguetes. No siempre jugarás con tu pequeño león – se dirigió al cesto y cogió al bebé, volvió a dejar la ropa sucia dentro y salieron del baño dejando solo a Arthit.
Kong dejó encima de la cama a Lee mientras rápidamente se vestía. Lo cogió en brazos y abrió la puerta del baño.
- Thit, nosotros nos vamos ya a comprar. ¿Vendrás a comer?
- Hmmm. Si, supongo que sí.
- ¿Quieres algo especial? Tengo que pasar por el súper, así que, compraré un poco y...
- No – sonrió. Se acercó y le abrazó por la cintura – cualquier cosa que hagas estará bien.
Se miraron un breve momento y no resistiendo más, lentamente se besaron. Desde abajo el bebé miraba a los dos hombres y puso su manita encima del brazo de Arthit apoyando su cabecita en el hombro de Kong.
Cuando se separaron miraron al bebé y rápidamente en los labios de Kong se dibujó una hermosa sonrisa.
- Parecemos una familia Thit. Tú, yo y el bebé. - Arthit se sonrojó.
- Tengo que prepararme, se hace tarde – dijo alejándose el menor.
Kong se despidió de Arthit y salió con el bebé a cuestas. Se dirigieron al ascensor. Dentro de él, Kong hablaba con el bebé.
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El arte del ex ladrón
FanfictionSegunda parte de: El ladrón de arte. ¿Qué pasaría si Arthit y sus amigos tuvieran que volver a su antigua vida? ¿Cómo se lo tomará Kong? ¿Qué pasará si en su relación se añade un tercero? La historia es 100% mía. Los cuadros escogidos pa...