PRÓLOGO

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El hombre rubio vestido pulcramente de traje se removió incómodo ante la orden que acaba de decir la mujer elegante y con actitud soberbia sentada tras el escritorio de cristal, con vista a la cuidad de Estocolmo tras de ella.

-"Señora Van Ekblad, no creo que sea la mejor decisión enviarla a ella. Es muy inexperta para dejarle uno de los negocios más importantes de la compañía" Murmuró él hombre de mediana edad, quién había sido la mano derecha de su esposo, Petrus Van Ekblad, y quién se sentía con derechos sobre la compañía desde que el anciano fundador de Ekblad Company, marca de automóviles suecos, -bastante importante en Europa- había sufrido un derrame cerebral que lo tenía postrado en una cama, sin movilidad en un lado de su cuerpo y con dificultad al habla.

-"Nada está a discusión Señor Ohlsson, Lauren será la encargada de llevar las negociaciones con Hank Campbell. La próxima semana viajara a Londres para reunirse con el viejo, y quiero que cuente con todo el apoyo de la compañía. Entendido?" La rubia mujer advirtió con una ceja en alto, no dejando que nadie desafiará sus planes, a pesar de no ser los más honestos del mundo.

El hombre rubio asíntio tragándose sus palabras. No era buena idea discutir con la nueva CEO de Ekblad Company. Desde hace años Ekblad quería entrar a mercado internacional, pero sus automóviles convencionales nunca habían competido con las marcas de lujos, Ekblad siempre se había caracterizado más por sus transportes de carga que por otra cosa.

Pero la ambiciosa esposa del dueño, Lena Van Ekblad, no estaba dispuesta a conformarse con menos, quería la cima del mundo e invertir en una gran multinacional sería el primer paso para que Ekblad Company comenzará a crecer.

Tenía toda su confianza puesta en Lauren James, joven entusiasta graduada de la carrera de Negocios Internacionales en Oxford. Hace tres años que Lena Van Ekblad había conocido a aquella hermosa ojiverde en Reino Unido, y desde entonces había quedado fascinada por la joven, a quien no dudo ofrecerle un puesto en Ekblad en cuanto se título.

La joven Lauren había trabajado de la mano de Lena en varios proyectos de la empresa, pero ahora la nueva CEO le confiaba lo que parecía el proyecto más ambicioso en la historia de Ekblad.

***

Su postura confiada solo aumentaba con cada palabra que salía de la boca de la sofisticada mujer que dirigía la junta, y a quien ella le debía gran parte de su carrera profesional.

Una sonrisa de orgullo cruzo sus facciones cuando Lena Van Ekblad, la nombró la encargada de las negociaciones dónde Ekblad Company haría un esfuerzo descomunal por invertir en BellMot, una de las multinacionales automotriz más importantes del mundo. Y ella, Lauren James sería la representante de Ekblad en BellMot, claro que sí todo salía como esperaban.

Después de unas palabras más intercambiadas por la CEO, la mujer dió por terminada la junta dedicándole un pequeño guiño discreto, que solo ella había mirado.

Tomo su iPad para después seguir el camino hacia su oficina en el piso de abajo, pero antes fue interceptada por Erick Ohlsson, quien tenía una sonrisa hostil en su rostro.

-"Felicidades señorita James" Mencionó el hombre, pero sin duda Lauren sabía que más falsedad no podía haber en sus palabras. -"Sin duda abrirle la piernas a la señora Van Ekblad le ha dado resultados" Dijo venenosamente el hombre.

La ojiverde sonrió con prepotencia y sin ningún tipo de perturbación en sus facciones.

-"Creme que mi talento va más allá de lo que se hacer en la cama Erick, tal vez tú debiste probar con el señor Van Ekblad más que palmaditas en la espalda" Murmuró juguetona.

El hombre se puso rojo de cólera de inmediato e iba a decir algo más pero no le dió oportunidad, ya que siguió caminando hacia los elevadores, siempre supo que su relación extramarital con la esposa del dueño de la empresa, no le iba a traer nada bueno, pero llevaban casi dos años juntas como amantes y hasta ahora nadie había insinuado nada, no hasta al imbécil envidioso de Erick Ohlsson.

Lamentablemente para el, ahora Lena Van Ekblad tenía una posición de poder dentro de la compañía, algo que iba más allá de ser la esposa del dueño. Y ahora ella, Lauren James tenía la oportunidad de dar quizá el logro más importante en la historia de Ekblad Company, siendo inversora de BellMot.

Sabía que eso le traería un gran beneficio, el irse a vivir un tiempo a Atlanta si es que conseguía el objetivo, pero lo haría con tal de que Lena se sintiera orgullosa de ella.

No defraudaría a la mujer que le había dado todo.

De ninguna manera.

***

COMPETENCIA PERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora