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La castaña de igual manera azotó la puerta de su oficina, justo así como lo había hecho con la de la sala de juntas después de que se enteró de que la ojiverde con la que estuvo apunto de tener sexo el día anterior era parte ahora de su compañía, y no solo eso, tendría que verle la cara a diario, tomo su rostro y reprimió un grito de frustración que amenazaba con salir de su boca y alertar a su asistente.

'Mierda, mierda, mierda' Se repitía como mantra en su cabeza, no era posible que había sido tan descuidada para poner en riesgo su intimidad por la calentura de una noche. Solo esperaba, que quizá con un poco de suerte la ojiverde también estuviera en el closet como ella, si no toda su vida se iría a la mierda, sabía que su padre no toleraría que ella fuese gay, incluso podía casi escuchar los sermones y rechazos de su tía Amelia, pero sobre todo temía que eso la sacará de la jugada por la Dirección general de BellMot.

Tendría que hablar con Lauren y tantear el terreno, pero en ese momento no tenía las agallas para hacerlo, sin duda no lo tenía.

Por supuesto que la castaña jamás sopeso aquella posibilidad, y eso la tenía en la lona.

Una llamada del conmutador de su asistente la trajo de vuelta a la realidad, diciéndole que tenía que entregar unos papeles en recepción, la ojimarron asíntio y se volvió a quedar en completo silencio, siguiendo martirizandose con el posible problema que se le podía venir encima si la ojiverde hablaba. No es como si alguien le fuese a creer, pero sembrar la duda sería suficiente.

Los escándalos no eran del gusto de los Campbell.

Unos toques directos en la puerta de su oficina la saco del trance en el que se encontraba, se recompuso rápidamente tratando de parecer normal al abrir la puerta, sabía que su asistente no estaba en su cubículo, probablemente sería su padre o el mismo Oliver para discutir los recientes hechos en BellMot, así que en medio de un suspiro se acercó a la puerta para abrirla.

Pero sin duda nada pudo prepararla para ver a la ojiverde de pie frente a la puerta, con una cara que Camila no pudo leer. Su primer pensamiento fue cerrarle la puerta en la cara, pero sabia que era mejor parecer imperturbable ante su presencia.

Dejo la puerta abierta y camino hacia su lugar tras el escritorio, dejando una implícita invitación a pasar de la ojiverde, quien no dudo en seguirla con paso seguro.

-"No se que haces aquí, ni que pretendes pero no me interesa" Murmuró Camila fingiendo revisar algo en su laptop, la mujer de piel pálida levanto una ceja ante su comportamiento y palabras. -" Si crees que mi familia o yo vamos a dejar que te quedes con BellMot estás muy equivocada" Termino no queriendo tocar el tema que la tenía con los pelos de punta.

-"En realidad solo venía a saludar, y decirte que lo que pasó ayer..." Quizó decir la ojiverde pero evidentemente Camila no iba dejarla terminar.

-"Lo que pasó ayer? Nada paso. Yo estaba en un momento vulnerable y en esos casos uno hace cosas que no quiere, Ok. Así que no lo menciones" Dijo Camila, interrumpiendo a Lauren, quien rio ante lo dicho por la nieta de Hank Campbell.

-"Enserio Camila, cuántos años tienes? Quince?. No vengo a reclamarte ni a pedirte ninguna explicación. Somos adultas y siendo honesta no me importa lo que hagas bajo las sábanas" Menciono la ojiverde mirando intensamente a Camila, quien por fin tenía sus ojos marrones posados en ella, observándola con mucha atención.

-"Ayer parecía importarte" Menciono simplemente la ojimarron con el ceño fruncido, causando una pequeña risa en la ojiverde, pronto Camila no pudo más que sonreír ante la risa contagios y tierna de la mujer.

-"Si estoy aquí es solo para firmar una tregua, no vine a arrebatarte nada, ni siquiera quiero chantajearte con nada, si quieres olvidamos lo que pasó ayer y quedamos como colegas, solo quiero trabajar y a eso vine" Propuso Lauren, la castaña estaba segura que podría perderse en ese mar verdoso si se quedaba viéndola un instante. -"Tampoco quiero que se sepan mis interese íntimos, ya sabes, no?" Dijo Lauren tratando de convencer a Camila de su sinceridad. La ojiverde sabía que ganarse a Camila y a Matthew, quienes seguramente uno de los dos sería el próximo CEO de BellMot, sería un gran paso, Lena quería las riendas de la compañía, y ella se las daría.

Camila sonrió cómplice. 'Ahora se entendian' fue lo que pensó Camila, sin duda que Lauren también estuviera en el clóset le parecía excelso.

-" Solo hagamos como que nos acabamos de conocer hoy, no esperes que seamos las mejores amigas. Simplemente no te interpongas en mi camino, y todo bien" Comento la castaña caminando hacia la puerta la cual abrió invitando a Lauren a retirarse, si la ojiverde pensó que Camila sería su mejor aliada dentro de BellMot probablemente se estaba equivocando.

Apenas salió de la oficina de la castaña, un sonriente Matthew la esperaba sentado en la pequeña sala central, Lauren le regreso la sonrisa como pudo y se encamino a el.

El castaño le hablo sobre que ya estaba trabajando en su nueva oficina la cual estaban ya adaptando, e incluso estaba bastante abierto y receptivo a hablar sobre cuál sería su papel dentro de la empresa, algo que ciertamente Lauren no sabía a ciencia cierta, solo sabía que debía de velar por los intereses de Ekblad Company y más, claro que eso no lo dijo a Matthew.

El nieto mayor de Hank Campbell la invitó a almorzar para seguir hablando del tema, ella no tuvo valor de decirle que no, después de la forma tan amable en que la había recibido.

Salieron hacia el elevador al mismo tiempo que Camila salía de su oficina para hablar con su asistente de algún asunto. La ojiverde pudo sentir la mirada intensa que le mando a ella y a su primo cuando las puertas del elevador se cerraron.

Lauren supo que Camila no era tan indiferente como quería mostrarse, y eso sin duda lo usaría a su favor. Incluso el mismo Matthew se ponía en bandeja de plata.

***

-"Pero esa es una buena noticia, no?" Preguntaba Camila a su papá, bastante entusiasmada por lo que Albert le acababa de decir.

-"No lo se, el hecho de que tu abuelo no haya dejado nada en su testamento respecto al nuevo CEO, no nos garantiza nada" Dijo Albert aflojando el nudo en su corbata, Camila solo le hizo una mueca ante su falta de positivismo ante esa nueva información.

Al parecer el abogado personal de su abuelo, y quién era un gran amigo de él fallecido hombre, era quien llevó a cabo el testamento del anciano, y según había comentado en confianza con el hijo mayor de Hank Campbell, su abuelo lo había renovado el año pasado por lo que aún no había nada en concreto al nuevo CEO. Así que siguiendo las normas internas de BellMot el CEO de la compañía se eligiria por votación de los accionistas de la empresa. Evidentemente los únicos no candidatos serían Matthew y Camila.

Y al ser tres votos contra dos, era obvio que Camila ganaría. Es decir, su padre, Oliver y la propia Camila votarían para su causa, mientras solo la tía Amelia y el mismo Matt lo harían para el castaño.

Así que la castaña por fin podía ver una luz al final del túnel, solo que se le escapaba en ese instante una pequeña cosa, o más bien persona.

Para Camila no era un secreto que su abuelo hubiese elegido a Matt como el CEO de BellMot, pero lamentablemente la muerte le frustro los planes a la otra mitad de los Campbell.

Una sonrisa victoriosa cruzo sus facciones, su padre también la imitó pero igual trato de ser la voz de la razón.

-"Es una gran posibilidad, pero nada seguro. Esperemos a que se lea el testamento para comenzar a celebrar" Murmuró él hombre dejando un beso sentido en su frente.

Pero a Camila nada podía quitarle la sonrisa de la cara, ni siquiera la imagen de Lauren y Matthew riendo como colegiales, nada podía quitarle el sabor exquisito del triunfo que ya saboreaba.

Lamentablemente a veces esos triunfos que ya damos por hecho, y esas celebraciones antes de tiempo son la que más duelen.

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COMPETENCIA PERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora