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Camila espero pacientemente alguna respuesta de la mujer mayor frente a ella, pudo ver cómo se transformó su rostro y las muecas que pasaron por este desde que la castaña le entrego los documentos de aquel folder.

Curiosidad.
Incertidumbre.
Realización.
Entendimiento.
Sorpresa.
Angustia.
Miedo.
Terror.

Todo eso cruzo por el rostro de su tía Amelia al ver los papeles de adopción del pequeño Matthew, pensó quizá malmente que nunca nadie los tendría, le había costado mucho dinero esconderlos, pero a Camila le había costado mucho más encontrarlos y no dudo en hacerlo.

La pelirroja artificial llevo una mano a su boca, tratando de sofocar los sollozos que amenazaban con salir de ella, pero era inútil cuando las lágrimas ya bañaban su cara, arruinando parte de su costoso maquillaje.

La ojimarron la había citado en la mansión de sus abuelos, y que ahora pertenecía a Matthew, para hacer un trato con la mujer, aunque no tenía idea si saldría del todo bien para su tía Amelia, para Camila era ganar a como de lugar.

Camila no tuvo idea cuánto fue el tiempo que su tía se la paso llorando mientras miraba aquellos papeles, quizá esperando fantásticamente deshacerlos con la mirada. Lo único cierto es que sus manos temblaban y Camila podía sentir su sufrimiento, pero no  iba dar un paso al costado.

-"Que...que es lo que quieres Camila?" Preguntó la mujer con voz débil, su tía la conocía perfecto.

-"Tantas cosas, pero para empezar la dirección general de BellMot, y evidentemente las acciones que me corresponden como CEO, además de la colección de autos del abuelo y quizá está mansión" Pronunció Camila segura, vio como la mujer mayor apretó los puños dañando así las hojas que tenía en sus manos. Las cuales evidentemente eran una copia.

-"Como pretendes que haga eso...le voy a destruir la vida a mi hijo" Murmuró sollozando ahora sí sin esconderlos.

Pero el corazón de Camila no se removió ni un poco.

-" Ese es tu problema, ni siquiera me importa si Matthew se entera o no; solo convencelo de que me seda voluntariamente todo lo que te pido, tú sabrás cómo lo haces. No quiero meterme en una batalla legal para impugnar el testamento de mi abuelo, sabiendo que fue engañado en creer que Matt fue su nieto de sangre, cuando todos los que lo conocimos sabíamos que nunca hubiese aceptado a alguien que no era de su sangre y menos colocarlo cómo su heredero principal" Amenazó la castaña situada en el mismo lugar sin cambiar un poco su posición, se sentía dominadora de la situación y eso la tenía tan tranquila.

-"Solo recuerda el escándalo que traería consigo que nos enfrasquemos en una guerra por la herencia del abuelo, ahora imagina lo mediático de la situación para el pequeño Matthew, el pobre huerfanito. Ya me imagino las portadas de los diarios" Dijo riendo, su tía mordió sus labios y agachó la cabeza imaginandolo también, sería tan doloroso para su niño. -"Es mejor hacerlo por las buenas" Menciono la castaña antes de pararse de su lugar, que no era más que la silla de la oficina principal de su abuelo. Donde tantas veces el anciano se encerró con Matthew mostrándole su colección de autos en miniatura, y que nunca mostró a Camila, argumentando que eso solo eran cosas de hombres.

Ahora esa colección de autos a escala era exhibida por los pasillos de BellMot, dónde hace un par de años Camila tuvo la idea de colocarlos, y curiosamente su abuelo estuvo encantado de presumirla.

-"No puedo creer que nos hagas esto, somos familia" Menciono la mujer y Camila pudo notar el rencor en sus palabras, su tía odiaba el escándalo tanto como perder estatus.

La castaña ya no respondió en cambio se encogió de hombros, suspiro audiblemente antes de salir de la habitación.

***

COMPETENCIA PERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora