CAPITULO 19

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Asmodeo se preparaba para iniciar su gira por Asia como Miku Miku, en ese momento no llevaba el traje típico, sino un pants color rojo y el cabello de colores llamativos peinado en una cola de caballo. Estaba hablando de los preparativos con las personas a su cargo, pero notó a Leo pensativo, en ese momento no comentó nada hasta que se quedaron solos.

– ¿Qué te ocurre Leviatán? Has estado muy pensativo desde que volviste de ver al presidente del hospital.

– No es nada importante, solo me pareció que uno de los tantos hijos de Gabriel se encontraba ahí.

– ¡Vaya, esto sí que es interesante! – Dijo Asmodeo muy emocionado – Nuestro querido Gabriel no salió bien librado de esa batalla, podría decir que terminó más loco de lo que estaba, nunca voy a entender a los humanos.

Leo sabía que Gabriel casi se volvía loco por haber matado a la mujer que amó, que ambos amaron, incluso él mismo, tuvo que alejarse por un tiempo del mundo humano para intentar olvidarla. Asmodeo en ese momento no dijo nada, no sospechó, ya que era normal en ellos en irse a su mundo para descansar.

– Gabriel se buscó su propia locura al no confiar en nosotros – dijo mientras un suspiro salió de sus labios.


Asmodeo solo le miraba, sentía que algo en Leviatán estaba mal, después de la pelea y de haber huido lo veía más distante de lo usual pero no quería comprometerse así que cambió de tema.

– ¿Has sabido algo de esa nueva "competencia" que tenemos? – Asmodeo se sentó al tiempo que veía su celular y sonreía, en él había un mensaje de su próxima víctima.

– Lo único que sé, es que Gabriel no es responsable de "ellos" pero mientras no se metan en nuestros planes no me interesa que hagan o que almas se lleven.

– Es verdad, bueno debo irme – Dijo cambiándose – mi presa me está esperando.

– Ve, yo debo quedarme a "trabajar" – Le sonríe de forma burlona al tiempo que Asmodeo termina de arreglarse y se despide.

*La siguiente semana en el campus*

Harley caminaba por la escuela como lo había hecho esos primeros días, su acercamiento con Damián era bueno, aunque debía mantenerse alejado, no le gustaba llamar la atención y eso fue lo que le explicó a Damián un día en que intentó defenderlo de las burlas de sus compañeros.

Él era el típico chico que no llamaba la atención y sacaba buenas notas, físicamente era bien parecido, sus ojos color miel tenían un leve destello verdoso, su piel era blanca y su cabello oscuro. Pero las chicas de su salón sentían cierta envidia al ver cómo se llevaba con Damián.

– Damián ya te dije que estoy bien, no es necesario que me defiendas y te molestes con los compañeros – dijo mientras se sentaban en la cafetería.

– Sabes que no me agradan esa clase de personas, prefiero pasar el rato contigo – Harley no pudo evitar reír un poco mientras un sonrojo se asomó en sus mejillas.

– Gracias, pocas personas han sido amable conmigo, pero yo se defenderme muy bien así que descuida.

Damián ya había hablado con Tamara sobre Harley y en su búsqueda no encontraron nada malo, incluso Tamara le animaba para que se hicieran buenos amigos, sabía que Damián no era bueno para socializar, y tener a alguien cercano sabía que le ayudaría.

Esa noche Damián se alistaba para salir a un antro nuevo, todos en la universidad hablaban de él, sabía que ahí encontraría a la joven rubia, estaba seguro que esa persona era la causante de la desaparición del estudiante de último semestre.

Como siempre, llamó la atención de las personas, incluso pudo ver a unos de sus compañeros de clase, los ignoró en ese momento, pero no pudo hacerlo por mucho tiempo, después de todo, estaba en una misión y debía proteger a las personas que lo rodeaban.

Pasaron un par de horas y pudo escuchar a uno de sus compañeros hablar de una mujer muy provocativa, no fue con sus amigos a ver, desde lejos observó, no era la chica rubia que habían descrito las personas antes, era una mujer bien formada, delgada y blanca, su cabello era rizado, largo y castaño claro, no la había visto en la facultad ni tampoco se le hacía conocida, las mujeres sentían envidia por la mujer recién llegada, pues llamaba la atención, a pesar de que usaba una blusa sin escote y un pantalón pegado, se veía bastante bien.

Damián debía saber quién era esa mujer, parecía que hipnotizaba a todos en el lugar, se levantó y pasó junto a ella, tenía un perfume muy suave y dulce, no le hizo caso y se dirigió al baño, minutos después siente como alguien le empuja, iba a pelear en ese momento, pero se sorprende al ver a la joven, quien con una risa traviesa lo mete donde estaban las tazas de baño y cierra la puerta, la mujer no dijo nada y no perdió el tiempo.

Sus labios se unieron a los labios inexpertos de Damián, sus manos se aferraron al cuerpo de esté, metió su lengua haciendo el beso más profundo, Damián se dejó llevar, nunca había sentido ese calor y sentimiento de lujuria, la joven se separa.

– Me gustas, pero aún no puedo – dijo eso y salió corriendo del lugar dejando a Damián un poco excitado y confundido.

–¡Diablos! –dijo al tiempo que golpea la puerta, habían hecho que bajara la guardia y eso no debía pasar, sus ojos se pusieron de color carmesí y pudo "ver" el perfume de la mujer, pero se desaparecía a unos pasos. tuvo que salir rápido de ahí diciendo que no se sentía bien, y en parte tenía razón, al menos la mujer no se había ido con alguien más. – Tal vez soy su próxima víctima, si es así, no sabe dónde se ha metido ese demonio.

La mujer estaba en los brazos de uno de los demonios y solo sonríe al ver como Damián se marchaba del lugar en su moto.

– Parece que nos vamos a divertir un poco – dijo la joven sonriendo.

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⏰ Última actualización: Apr 01, 2021 ⏰

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