Un camino sin retorno

CAPITULO 4

PARTE II

El pequeño parecía un poco inquieto, Jessica tomó al pequeño y con amor, comenzó a calmar a su hijo, a pesar del susto que había llevado momentos atrás, era su hijo y tenía que protegerlo. Después de un rato el pequeño se quedó dormido, ambas salieron de la habitación dejándolo en la cuna, así podrían continuar con la plática de forma más cómoda y tranquila.

– Jessy, sé que debes tener muchas preguntas, pero...incluso nosotros con toda la investigación y lo que mi hermano daba en sus informes, aún no sabemos cuáles fueron las intenciones de abandonarte, después de lo que hizo contigo se me asigno ser tú guardián, mi hermano ya estaba muerto, él siempre fue como una sombra al cuidarte, pero a mí, me asignaron ser alguien visible, por eso me volví tu amiga, por eso te di hospedaje en mi casa, para poder protegerte de todo.

Pareciera que Tamara tuviera el don de leer la mente, Jessica pensaba que era lógico, después de todo, era mucha información para una sola noche y las preguntas se irían agolpando en ella. Se preguntaba que poder oculto podría tener para que ahora ella y su hijo vivieran así, se preguntaba si acaso el destino de su hijo ya estuviera decidido y no importara lo que pensara o hiciera para protegerlo, al final su padre podría aparecer y llevárselo para volverlo un ser maligno. Solo de imaginarlo sintió un escalofrío.

Tamara continuó explicándole – Los demonios, por otro lado, son traicioneros, no sabemos qué clase de truco uso Gabriel, pero... –le mira y toma sus manos – se bien que tus sueños te han atormentado muchas veces, pero, esos no eran sueños normales, los demonios atacan ahí porque es más fácil para ellos y nosotros no podemos hacer nada. Por lo regular los médiums solo pueden contactar a uno o dos demonios, pero, si son más, pelean entre ellos para obtener el alma del sacrificio. – Jessica casi se desmaya al escuchar eso, recordó como el día en que nació su bebé había muchos demonios a su alrededor.

–Comprendo que todo esto sea difícil, he pasado, por tanto, intentado cuidar y proteger a personas como tú, pero créeme, en verdad te tengo cariño y te considero una buena amiga. La orden opina que ya no estamos seguras aquí, en la noche vendrá un auto por nosotras y el pequeño, nos llevaran a la base y en cuanto Damián pueda caminar se le entrenará, será un buen aliado y será lo mejor para él.

Para ese momento Jessica solo se dejaba guiar ya no sabía que estaba bien o mal, todo parecía un mal sueño del cual quería despertar y ver que nada malo pasaba con su vida. Esa noche no pudo dormir, Tamara la animo a que durmiera en el día mientras cuidaba del bebé, pero tenía miedo de soñar de nuevo con esos demonios, sin embargo, era más el cansancio que se quedó dormida, por suerte para ella, nada paso, en el resto del día, Tamara se había encargado de todo, cuando despertó, el auto estaba ya ahí para comenzar con una nueva vida.

El camino fue muy largo, hicieron algunas paradas para que pudiera ir al baño. Cada que bajaba del auto, notaba que estaban muy alejados de donde vivían, en un momento supo muchas cosas, pero en otro perdió, su familia, sus amigos, su trabajo.

Pareció eterno el viaje, era de noche cuando arribaron a un lugar muy extraño, parecía un castillo antiguo como en las películas, Tamara le toco el hombro y le sonríe esperando que, con ese gesto, se tranquilizara. Jessica estaba nerviosa, tenía aún muchas dudas, quería mejor información, saber con qué iba a tratar, si los sueños seguirían atormentándola, si los demonios con los que había hecho el trato irían hasta ella, y lo más importante, si su hijo estaría protegido de todo eso. Sus ojos se llenaron de lágrimas, entre el miedo y el poco valor que había en su ser, supo de inmediato que ese trato fue un engaño, su hijo viviría no importara qué, ahora comprendía mejor que el destino de ella y de su hijo ya estaban sellados, no importara hacia donde fuera siempre seria el mismo camino, el mismo destino y sin retorno a un futuro mejor.