Un camino sin retorno

CAPITULO 8

En un mundo donde no era regido por el tiempo se encontraban peleando unos demonios, estaban intentando devorar un alma cual dos perros peleando por un poco de alimento, en ese momento apareció un demonio muy poderoso, tanto que esos demonios se apartaron del alma y este la tomo como si fuera suya y la devoró.

– ¿Qué clase de alma era esta? Era repugnante, deberían de pelear por un alma mucho mejor – dijo el demonio de más alta categoría.

Los otros demonios bajaron la mirada en forma de derrota y se retiraron de su lado. En ese momento apareció un demonio de la misma clase que él. Este lucía un poco afeminado, tenía unas piernas largas que aprovechaba y usaba con unas botas altas. De esbelta figura que combinaba con un vestido entallado.

–Asmodeo... ¿por qué estas con esa forma humana? Aún no es tiempo de ir a reclamar lo que nos pertenece. – dijo el demonio más fuerte.

¿Acaso no vas a decir que me veo bonita? – Dijo Asmodeo un tanto ofendido por cómo le había dicho – Leviatán quiero jugar con los humanos, vamos ven conmigo – dijo de forma femenina y le toma la mano jalándole, después de todo Asmodeo era el demonio de la lujuria.

A Leviatán no le quedó más remedio que irse convirtiendo en humano, su aspecto era muy varonil, un hombre con cabello oscuro algo largo, pero sin llegar a verse vulgar, de piel muy blanca, ojos oscuros y una elegancia que no tenía comparación.

Como humanos ambos tenían coartadas, él era conocido como Leo, un importante empresario dueño de varias empresas y multimillonario, quien a su vez había descubierto a "Miku Miku" famosa cantante y modelo, quien no era otra más que Asmodeo.

Los que trabajaban con ellos sabían bien que Miku no era más que un transexual con suerte. Asmodeo usó la forma de una chica transexual para pervertir mucho más las almas hipócritas de los humanos. Quienes juzgaban la homoxesualidad, pero se dejaban llevar por la lujuria y lo prohibido.

–Sabes... No entiendo qué ves de divertido venir al mundo humano a "jugar", ellos son raros, despreciables que solo temen a lo desconocido. – Asmodeo comenzó a cambiarse y le mira

– Lo sé, pero siempre encuentro algún alma entretenida que puedo devorar, ¿sabes cuantos chicos he convencido para que hagan una secta en mi nombre? Para mí, los humanos son juguetes con los cuales pasó un momento muy agradable, no solo sexualmente, pero son entretenidos. Me gusta jugar con la mente de cada uno sea hombre o mujer, verlos a la cara y dejar que tomen mi cuerpo. Por algo soy el demonio de la lujuria.

–Al menos en este tiempo podré ver a Gabriel, tengo entendido que engendró a bastardos con el fin de crear un ejército. Dudo que pueda hacer algo bien. Su familia nunca ha logrado dominar el mundo. Son patéticos, como piensan y creen que son más inteligentes que nosotros.

–Lo sé, si vieras cuantos tipos han querido pasarse de listos y amenazarme – ríe divertido al recordar esos momentos – pero son las almas que mejor saben.

Gabriel estaba tranquilo en su oficina cuando un mensaje llega a su teléfono, mira esté y se sorprende – ¡Diablos! Miku está aquí, eso quiere decir que Leo también. No pensé que vinieran tan pronto, espero que solo estén aquí por un capricho de ella – se llevó las manos a su cabeza y suspiró, se levanta y mira por la tv que estaba conectada a la casa, en esa podía ver como sus hijos entrenaban.

–Esto debe ir más deprisa, ninguno ha demostrado habilidades, eso me preocupa – Gabriel veía preocupado la pantalla, el que los demonios aparecieran antes de tiempo no era buena señal.

Hola pequeñas criaturas, muchas gracias por apoyar la historia, estamos actualizando y corrigiendo, en esta semana terminaremos y tendremos nuevos capítulos, espero que de verdad les guste y si quieren saber más pueden seguirme en facebook como TS.AQA o @escritor.aqa