Who we are [James Sirius Potter]

CAPITULO 42

I knew you.
Tried to change the ending, Peter losing Wendy.
I knew you.
Leavin' like a father, running like water.
And when you are young, they assume you know nothing.

Cardigan - Taylor Swift

Alex se encontraba recorriendo el camino desde la torre de Ravenclaw hacia el Gran Salón, afuera hacia mucho frio y todo estaba cubierto de blanco, pero ella había hechizado su scooter para que derritiera la nieve al pasar. Llevaba guantes, bufanda y gorros de su casa, mientras iba metida en una canción de The Oh Hellos, la música era tan alegre que la distraía un poco del frio. Cuando entro al atrio, encogió el scooter y se apresuró a subir las escales. Tuvo que esquivar a varios estudiantes que iban y venían del lugar, era el primer fin de semana de febrero y la mayoría se había ido a Hogsmeade. Ella había ido a buscar a Robyn para hacer algo juntas, pero no la había encontrado en su Sala Común. Ese finde James había decidido salir con sus amigos al pueblo y pasar el rato, por lo que ella se había quedado por su cuenta y aunque amaba sus tiempos a solas, también le gustaba compartir con Robyn y Magnus.

— ¡Con cuidado, Wiley! –exclamo un profesor al cual por poco atropella.

— ¡Lo siento!

La adolescente se apresuró a empujar las enormes puertas del Gran Salón, llamando la atención de sus compañeros. El lugar estaba bastante vacío, solo había unos pocos estudiantes de primero y segundo. Sus ojos la buscaron por el lugar, hasta que la encontró jugando al ajedrez junto a Magnus. Al principio creyó ver mal, pero no, si eran ellos dos juntos y sin ella de por medio. Se acercó apenas respirando, había corrido tanto y más el frio y toda la ropa que llevaba encima, simplemente estaba agotada.

— Y por esto no hago deportes –susurro, tomando asiento junto a Magnus.

— Wow, ¡UN OSO! –grito Robyn al verla.

— No soy un oso, tonta, soy yo, está helando allá afuera –bufo quitándose la bufanda y los guantes–. ¡Te estuve buscando!

— Lo siento, me levante temprano hoy y me cruce a Magnus en la librería, una cosa llevo a otra y terminamos desafiándonos a jugar ajedrez –sonrió.

— ¿Quieres chocolate caliente, Alex? Tu cara se ve roja –dijo él adolescente, mientras que con su varita atraía la bebida.

— Gracias, ¿Quién va ganando?

Alex se dedicó a beber su chocolate mientras observaba el juego, no entendía como les entretenía, pero la verdad era que no sabía cómo jugarlo. El viento soplo con fuerza y golpeo las ventanas en lo alto de las paredes, haciéndole mirar hacia arriba. Esperaba los chicos estuvieran bien y no hubiera problemas para regresar al castillo. Estaba comenzando a nevar aún más. No obstante, la tarde transcurrió con normalidad y una hora más tarde ella se encontraba en su sala común, recostada en uno de los sofás mientras miraba por las enormes ventanas. Magnus y Robyn estaban sentados frente a la chimenea, mientras platicaban y comían algo.

— Me encanta su sala, muy bonito agregarle un acuario –bromeo.

— La de ustedes no se queda atrás, es una extensión de la biblioteca –respondió Magnus.

— Alex ven aquí, estás muy callada.

— Lo siento, estaba pensando –sonrió, mientras se sentaba sobre la alfombra frente a ellos–. En unas semanas es San Valentín.

— Ah, no me hagas querer vomitar tan temprano –puso los ojos en blanco.

— ¿No crees que sería genial ir a una cita?