Who we are [James Sirius Potter]

CAPITULO 38

Where there is light, a shadow appears.
The cause and effect.
When life interferes.
The same rule applies, to goodness and grief.
For in our great sorrow.
We learn what joy means.

Sorrow - Sleeping at Last

La semana comenzó con completa tranquilidad para los estudiantes de Hogwarts. Después de la euforia que había dejado el primer partido de Quidditch, solo quedaba seguir con el día a día. La sin fin lista de deberes, las clases extracurriculares y los entrenamientos, pues a fin de mes había otro partido más antes de que el mes de diciembre llegase. Por otra parte, para James y Alex la vida no podía sonreírles más, luego de tanto drama vivido su relación iba mejor de lo que ambos hubieran esperado. Ambos solían tener largas conversaciones en las noches antes de la cena, hablaban de lo que les gustaba y de lo que no y de alguna que otra anécdota de cuando eran niños. Los dos estaban decididos a hacer que funcione y habían acordado que cualquier problema que tuviesen o cualquier cosa que les molestase del otro, lo hablarían como las personas maduras que estaban intentando ser. No mas discusiones, no celos, no relaciones toxicas.

— ¿Entonces no se toman de las manos cuando andan por ahí? –preguntó Finneas con curiosidad.

— Podemos caminar por nuestra cuenta, así que no –se encogió de hombros.

— ¿Y que hay de las demostraciones publicas de afecto? James no parecía tener problemas con esas chicas...

— Shh, no quiero saber –dijo cubriéndola la boca con una mano–. No me molesta, pero tampoco soy fan de las DPA, ¿sabés? Prefiero mi privacidad.

— Supongo que cada pareja es un mundo.

No lo entendía, pero lo aceptaba. Él se había vuelto muy fan de verlos juntos, simplemente a veces no entendía porque actuaban como si solo fuesen amigos. No obstante, James y Alex sabían que eso los había unido en primer lugar: el ser amigos. Les gustaba la confianza que aquello les generaba, saber que no solo compartías con tu pareja, sino que también era un amigo que escuchaba, aconsejaba y estaba ahí para apoyarte. Sabían que no todos lo comprenderían, pero no iban a cambiarlo. Además, habían decidido que durante el día cada quien haría su vida con sus amigos, por lo general se reunían a la tarde cuando estaban libre.

— No era necesario que me acompañes, James, es muy temprano –dijo Alex, mientras ambos caminaban por el puente.

— Pero quería hacerlo, además Finn estaba muy feliz de dejarnos solos.

— Creo que piensa que si no estamos todos los días encima del otro, nos dejaremos de querer o algo así –negó con la cabeza.

James se detuvo un momento al escucharla y le tomó de la mano, haciéndole detenerse también, estaban afuera de la lechuceria.

— Espero que no pienses eso, ¿no? Respeto tu privacidad y tu libertad, yo nunc...

— Lo sé, Jamie –sonrió–. Amo que respetes mi espacio, en verdad, me gusta nuestra relación, así como esta.

— A mi también –sonrió de regreso.

Alex atrapó su rostro con ambas manos e hizo puntas de pie para darle un beso, luego, se giró sin soltar su mano y ambos entraron a la lechuceria. El lugar no era el más romántico para estar con tu pareja, había un montón de lechuzas, lo que significaba plumas y excremento de ave por todas partes. Alex buscó a su lechuza, tomó su carta y la abrió, ninguno de los dos se había dado cuenta de que Archie estaba en el lugar.

— Oh, tía Eleanor te manda saludos –sonrió hacia él–. Ah, y me pide que deje de enviar cartas y mejor le mande whatsapps, que son menos anticuados.