CAPITULO 28

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So look me in the eyes, tell me what you see.
Perfect paradise, tearing at the seams.
I wish I could escape.
I don't wanna fake it.
Wish I could erase it.
Make your heart believe.

But I'm a bad liar, bad liar.
Now you know.
That I'm a bad liar, bad liar
Now you know, you're free to go.

Bad Liar - Imagine Dragons


Para cuando Alex abrió sus ojos de nuevo, la noche había caído sobre el colegio. La habitación en donde se hallaba estaba apenas iluminada y un par de alumnos reposaban en sus correspondientes camas. La adolescente intentó levantarse sin hacer ruido, pero tan pronto lo hizo, una enfermera apareció por la puerta al final del pasillo. Tan pronto la vio, le sonrió con amabilidad.

— Que bueno verla despierta señorita Wiley, ¿Cómo se encuentra?

— Creo que bien, feliz de estar viva –intentó bromear–. ¿Puedo irme ya?

— Si puedes, pero debes tomar este medicamento sin falta cada doce horas, hasta que se terminen, ¿de acuerdo? Es solo para prevenir dolores o inflamación. Te diste un buen golpe.

— Si, creo que aún lo siento –dijo haciendo una mueca–. Gracias por todo, espero no tener que regresar en el futuro.

— También lo espero señorita Wiley –rió.

Alex decidió pasar a los lavados antes de salir y agradecía haberlo hecho, pues su apariencia era un desastre. Su cabello había cambiado de color a un verde azulado y sus ojos eran azul oscuro, sin embargo, ese no era el problema. Su túnica estaba sucia y aún quedaba algo de sangre en el cuello de su camisa, por lo que conjuró un hechizo para poder limpiarlo todo. Miró una última vez a su reflejo y se fue hacía el pasillo. Por alguna extraña razón se sentía un poco triste, sentía como si un nudo se hubiera formado en su pecho, impidiéndole respirar, pero no entendía del todo el porqué. ¿Era porque sus amigos no estaban cuando salió de la enfermería? No, quería creer que no, después de todo, ¿Por qué iban a hacerlo? No fue tan grave y ellos tenían cosas que hacer.

Cuando se acercó a las puertas del Gran Salón pudo ver a la mayoría de los estudiantes ya sentados y disfrutando del banquete de esa noche. No sabía que hacer porque no encontraba a sus amigos, lo cual era extraño en ellos, pero no tuvo tiempo en buscar entre la multitud. Unos brazos la rodearon por sorpresa.

— ¡Alex, estás bien! No sabes lo mal que estaba cuando me enteré, pensé lo peor, pero no, aquí estas. ¡Estas viva! –exclamó sin soltarla.

— Magnus, está bien, estoy bien, pero gracias por preocuparte. Fue una caída con suerte –sonrió cuando finalmente se alejaron–. ¿Por qué pensaste lo peor?

— Es que Potter no quiso decirme nada y tampoco me dejó acercarme a la enfermería.

— ¿¡Que!?

— Está bien, ya no importa –se encogió de hombros–. Ah, ahí vienen, será mejor que...

— Quédate, cena con nosotros.

— ¿Segura?

— Fuiste el primero en alegrarte de mi existencia, por supuesto que lo estoy, vamos –sonrió tomándolo del brazo.

Robyn y Richie iban caminando juntos, sostenían bandejas con comida y no pudieron evitar gritar su nombre cuando la vieron. Según le contaron, habían planeado ir a comer a la enfermería con ella, pero cuando llegaron no la encontraron. Los merodeadores, por otra parte, no dejaban de decir lo preocupados que habían estado y que, si no fuera por Richie, probablemente estaría muerta, pues nadie logró reaccionar lo suficientemente rápido. Alex estaba más que de acuerdo, sin dudas su amigo le había salvado la vida.

Who we are [James Sirius Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora