Who we are [James Sirius Potter]

CAPITULO 15

I don't ever want to leave this town.
'Cause after all.
This city never sleeps at night.

It's Time - Imagine Dragons

La semana transcurrió con normalidad para los Merodeadores. Mientras que Richie seguía trabajando en la panadería junto a sus padres, iba ahorrando todo el dinero que podía para cuando saliera del colegio. Por otra parte, no dejaba de leer libros tras libros con cada tiempo libre que tenía, se había vuelto un hobbie un tanto culposo, pues sus padres siempre le insistían en que saliera a divertirse. No querían que se perdiera de vivir experiencias por estar trabajando y ayudando en casa, pero a él le gustaba. Además, no solo había obtenido las notas más altas de su clase en todos los exámenes, también había recibido una carta de la Profesora McGonagall en donde le comunicaban que lo habían postulado para ser el Premio Anual. Era todo un honor que debía ser celebrado y por ese motivo, sus amigos habían decidido salir ese viernes. Aunque él sabía que solo lo usaban como una excusa para emborracharse y fumar cigarros.

— Será una celebración tranquila –había dicho a sus padres.

— Por supuesto, si tu no rompes ni un plato, mucho menos una norma –dijo Lena, poniendo los ojos en blanco.

Por otra parte, Archie y James no habían dejado de meterse en líos desde que estaban juntos, por las tardes salían a volar en escoba, pero a veces hacían carreras un tanto peligrosas. Además, en las noches siempre jugaban a las cartas apostando dinero o haciéndose retos el uno al otro, como cuando James llamó a la profesora de Adivinaciones para hacerse pasar por un admirador. Por supuesto los descubrieron y Harry los regañó a ambos, no obstante, el peor regaño se lo llevaron por parte de Ginny cuando se enteró de sus bajas calificaciones. Por supuesto a ninguno le importaba mucho, solo querían divertirse, estaban llegando a mitad de julio y aún no habían hecho ninguna fiesta loca y lo necesitaban.

— El bar al que nos llevó Richie no estuvo tan mal, pero podría mejorarse –decía Archie, mientras untaba algo de mermelada en su tostada.

— Lo sé, pero tranquilo, Freddie se está encargando de eso –sonrió James.

— Mejor Freddie que Richie –se encogió de hombros.

Y por increíble que pareciera, era verdad, Freddie estaba haciendo todo lo que podía por encontrar un buen lugar. Había estado caminando por calles cercanas a Diagon Alley, buscando por un sitio concurrido, lleno de adolescentes y mucha diversión. Además de eso, también había buscado en internet con ayuda de un compañero de clases con padres muggles, había muchas opciones y cercanas al centro de la ciudad.

— ¡Bingo! –exclamó cuando dio con un sitio que creyó estaba a la altura de las circunstancias.

Mientras el día transcurría, Alex, Robyn y Finneas habían salido hacía el centro de la ciudad en busca de aventuras. Decidieron que era el clima estaba perfecto para ir a los lugares que los turistas solían transcurrir, como el palacio de Buckingham o el Big Ben. Como a Alex no le gustaba mucho la idea de caminar, había conseguido dos scooters para sus amigos y los tres iban cruzando de un lado a otro de la calle, con el viento en sus caras y las miradas de curiosos sobre sus espaldas.

— ¡Chicas, esperen, el asma! –gritó Finn desde atrás, mientras se detenía y se tocaba el pecho.

— Tú no tienes asma, Finneas –dijo Robyn, poniendo los ojos en blanco.

— ¡No lo sabemos! Dios, podría morir...

— Bien, podemos parar un rato –habló Alex, alcanzándole una botella de agua–. Esta vista es hermosa.