Who we are [James Sirius Potter]

CAPITULO 3

We are the reckless, we are the wild youth.

Chasing visions of our futures. 

One day we'll reveal the truth: that one will die before he gets there.

Youth - Daughter

James Sirius Potter amaba ser el hijo del niño que vivió, del elegido, de quien salvo al mundo mágico. Amaba ser el hijo mayor de Harry Potter, sin embargo, si había algo que le gustaba aún más que su fama en Hogwarts, eran su capa de invisibilidad y el mapa del merodeador. Por supuesto que hubo muchas discusiones respecto a quien obtendría que cosa debido a que tenía dos hermanos menores, pero se las ingenió para hacerse con ambas piezas prometiendo que, al graduarse, Albus sería el siguiente en tomarlas y al graduarse él, seguiría Lily.

Una vez que su padre le permitió tener ambos objetos en su tercer año en el colegio, se sintió imparable. Tenía un grupito de amigos quienes se llamaban unos a otros "Merodeadores" y a menudo discutían sobre quien era cual personaje del mapa. Por supuesto, él era Prongs, aunque su favorito era Padfoot.

El próximo año era importante para los Merodeadores, iban a graduarse y solo podía significar una cosa, que lo disfrutarían al máximo y no estudiando precisamente. Tenían planeado un montón de bromas, jugar en el equipo de Quidditch juntos, batirse a duelo y hacer muchas fiestas en la sala de Requerimientos. Si, definitivamente harían que fuese épico.

El pelinegro se levantó temprano esa mañana, era su último fin de semana en el colegio, pero no estaba triste, dentro de unos meses volvería. Quito las cortinas de su cama para dejar entrar los primeros rayos de sol, era verano y este quemaba a través de la ventana. Miro hacia las camas de sus mejores amigos, ¿Cómo es que aun dormían? ¡Era el último fin de semana! Se dirigió hacia el pequeño parlante que su compañero de cuarto, Finneas, había recibido como regalo de navidad de sus padres –madre bruja, madre muggle–, y subió el volumen hasta que ya no pudo hacerlo más; luego, encendió el aparato. Una voz rugió a través del parlante mientras una banda de rock hacia presencia. El adolescente salto a su cama mientras cantaba y fingía tocar la guitarra, viendo con diversión como los cuatro jóvenes se despertaban asustados, cubriéndose los oídos y algo aturdidos por el estruendo repentino.

— ¡POTTEEEER! –grito Richie, transformando su almohada en unas orejeras.

— James, ¿Estás loco? –reprocho Archie.

— Relájense chicos, solo es Jared Leto –hablo Finneas, poniéndose de pie para bajar el volumen.

— Oh, mucho mejor –susurro Freddie, dejándose caer sobre su cama.

— ¡Levántense holgazanes, es nuestro último finde! –reprocho el pelinegro–. ¡Los espero abajo!

Y dándoles una última severa mirada, se marchó por la puerta, iba a darse una ducha corta y luego bajaría a desayunar, esperaba que para ese momento se encontrara a sus amigos en la mesa de Gryffindor. A veces ellos no sabían cómo lidiar con él, podía llegar a ser muy hiperactivo, siempre dando vueltas por ahí y metiéndolos en problemas. Claro que los tres habían accedido a involucrarse, pero a veces deseaban pasar una tarde tranquila, por ese motivo solían incluir a Finneas en su grupo, el adolescente era muy relajado, siempre en sus asuntos y sin molestar a nadie.

James hizo su paso hacia el Gran Salón, se había cruzado a Lily –su hermana pequeña–, en el camino e iban platicando sobre las vacaciones, cuando de pronto la vio acercarse por el pasillo contrario; Alexia Wiley. La Metamorfomaga solía llevar su cabello de diferentes colores, incluyendo los comunes como pelirrojo, castaño y rubio, nadie sabía cuál era su color verdadero. Ese día lo llevaba de color lavanda. Alex casi nunca prestaba atención al resto, siempre estaba metida en su mundo y a James le llamaba la atención, por lo que cada que podía le molestaba, era divertido verle salir de sus pensamientos por un rato.