CAPITULO 16

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We're happy, free, confused and lonely at the same time.
It's miserable and magical.

22 - Taylor Swift

La mañana siguiente fue difícil despertar, habían llegado con los pies cansados de tanto bailar y, además, aún sentían algo de resaca por el alcohol. Alex sentía que había dormido dos segundos cuando la alarma sonó, para su desgracia le tocaba trabajar en el turno de la mañana en Sortilegios Weasley. Se dio una ducha, se cambió y se dirigió a la cocina a prepararse un café y algo de comer, pero su estómago aún se sentía revuelto y su cabeza dolía, por lo que no ingirió mucho. Mientras Finneas babeaba sobre la almohada en su habitación, Robyn había decidido acompañar a su mejor amiga al trabajo, se había despertado y no podía volver a dormir por más que lo intentó, por lo que prefirió aprovechar el día y salir un poco.

— Oh, mucho mejor, odio el sol –exclamó una vez que se colocó unos lentes de sol oscuros–. No me harás ir en scooter, ¿verdad?

— Supongo que puedo hacer una excepción solo para mi mejor amiga –sonrió la pelirroja.

Ambas bajaron hacia el hall del edificio en donde un portero les abrió la puerta, Alex le saludó y fue a recibir al taxi mientras Robyn no dejaba de gruñir. El viaje hacía Weasley Wizard Wheezes fue bastante tranquilo, la pelinegra cerraba sus ojos mientras intentaba no marearse y Alex escuchaba música en sus audífonos mágicos. Cada vez que los tomaba, recordaba a James y en el fondo era algo que no dejaba de desconcertarla, porque recordarlo no debería sentirse raro, eran amigos. Sin embargo, no dejaba de sentirse extraña por pensar demasiado en el adolescente. Las chicas cruzaron por el Caldero Chorreante, que se encontraba casi vacío y en cuestión de minutos, estaban caminando por el callejón. Una vez que se acercaron a Weasley Wizard Wheezes, el ambiente cambio completamente. Dentro, había varios niños dando vuelta por el lugar, probando productos y divirtiéndose.

— Ya veo a donde mandan a sus hijos los padres que no quieren cuidarlos –dijo Robyn con una mueca de disgusto.

— Será divertido –sonrió su amiga.

Se metieron por una puerta en el primer piso en donde los empleados se colocaban el uniforme y podían dejar sus pertenencias, una vez lista, comenzó a atender clientes mientras Robyn se sentaba detrás del mostrador jugando a los juegos en su celular. Por otra parte, George Weasley rondaba por el tercer piso, en donde enseñaba a sus clientes como fabricaban algunas de sus mejores creaciones.

— Señorita, ¿podría ayudarme? –preguntó un niño, tenía la cara cubierta de polvo negro, como si algo hubiese explotado en su cara y no podía abrir los ojos.

— Claro –sonrió, conjurando un hechizo para dejarlo limpio–. Ten cuidado con eso, la mayoría en ese estante son trampas caza bobos.

— Hacen muy bien su trabajo, si me permiten decir –sonrió Robyn.

El niño le sacó la lengua y la pelinegra le regresó el gesto, haciendo que el pequeño saliera corriendo escaleras arribas, Alex puso los ojos en blanco, mirándole con reproche.

— ¿Qué?

— Intenta no hacer llorar a los niños, por favor.

— ¡Él se lo buscó!

— Bien, ayúdame con esto, ¿Qué te parece? –preguntó, enseñándole la decoración que había preparado.

— ¿Por qué trabajas un sábado? ¿Eso no es como ilegal? –dijo ignorando su pregunta.

Alex prefirió no meterse en una discusión con ella, lo veía innecesario. Continúo reponiendo productos, cambiando algunos de lugar y añadiendo decoraciones como serpentina o animales de papel que volaban alrededor. Para cuando su break llegó, ambas chicas se dirigieron al Caldero Chorreante para almorzar algo. Cuando la comida llegó, Alex alejó su reproductor de música aún lado.

Who we are [James Sirius Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora