Who we are [James Sirius Potter]

CAPITULO 14

Tonight, we are young. 

So let's set the world on fire.

We can burn brighter than the sun.

We are young - Fun ft Janelle Monáe

La noche comenzaba a caer en la ciudad de Londres, el tráfico disminuía y las luces iluminaban todo, dándole un aspecto más tranquilo, pero a la vez misterioso. Era una noche perfecta para celebrar, la noche siempre era joven para quienes sabían disfrutarla. Muchos adolescentes comenzaban a ocupar bares en la ciudad, disfrutando el clima veraniego, los turistas estaban encantados y aún más, tres mejores amigos, quienes no dejaban de reír. Alex había estado tan feliz cuando regresó con las compras y Eleanor le había dejado una nota avisándole que iba a buscar a los gemelos. Se encargó de mantener el alcohol escondido en el bolso, mientras sacaba la comida chatarra que había comprado. Para cuando todo estuvo preparado, se encontraba recibiendo con un abrazo a Robyn y a Finneas, quién parecía encantado de que ellas vivieran en un edificio.

— ¡La vista es increíble! –había exclamado.

Decidieron que Finneas dormiría en el cuarto de huéspedes, para que las chicas pudieran tener su privacidad, sin embargo, por ser la primera noche decidieron ocupar los tres la cama de dos plazas de Alex para poder ver películas. La cama era enorme, tenía espacio para los tres y a su derecha se encontraba un enorme ventanal que daba vista a parte de la ciudad, frente a la cama estaba la tv. En ese momento, los tres estaban en la sala, Finneas miraba por la ventana, mientras Robyn estaba sentada sobre la isla de la cocina comiendo papas fritas y Alex preparaba las palomitas de maíz en el microondas. Todos se giraron cuando vieron salir a Eleanor de su cuarto, llevaba puesto un vestido negro de encaje, zapatos de tacón y el cabello castaño en un moño alto.

— Tía Eleanor, luce demasiado elegante para películas y palomitas –dijo Robyn, mientras llevaba otra fritura a su boca.

— Me alaga que se vista así solo por nosotros –bromeó Finneas, haciéndole reír.

— Oh chicos, lo siento, tengo una reunión de trabajo en un restaurant...

— Uh, no, me suena a una cita –interrumpió su sobrina, entrecerrando los ojos.

— Alex, no es una cita, solo comeremos algo mientras hablamos de negocios, es todo.

— ¿Y a qué hora volverás?

— No lo sé...

— Es una cita –dijeron al unisonó las adolescentes, mientras se miraban y asentían.

— No voy a discutir con dos adolescentes al respecto –dijo mientras tomaba su abrigo y su bolso–. No se preocupen por mí, tengo mi llave. Solo les pediré una cosa, nada de alcohol o cigarros o fiestas locas, ¿de acuerdo?

— Tía Eleanor, ¿por quién nos tomas? –respondió Robyn, fingiendo ofenderse.

— Somos chicos muy, muy sanos –agregó Finn.

Eleanor les sonrió como si no creyera ninguna palabra, sin embargo, no iba a discutir con ellos, no había alcohol en casa, no que ella supiera y tampoco podían hacerlo aparecer con magia. Ella sabía que no les permitían utilizarla fuera del colegio, por lo tanto, sintiéndose segura de dejarlos solos, caminó hacía la puerta.

— Adiós chicos, compórtense.

— ¡Diviértete! –saludó Alex.

La mujer desapareció por la puerta y Alex –quién tenía el cabello rosa pastel–, continúo organizando toda la comida que pensaban engullir en cuestión de segundos. Robyn le ayudó a ponerlo todo en bandejas y miraron a Finneas, quién había quitado su vista de la ventana para avisarles: