—No vas a poder hacerlo.— repite mi hermano por tercera o tal vez cuarta vez en la tarde.Me había pasado todo el día con dolor de cabeza gracias a mis estudiantes de la Universidad, solo faltaba que al llegar a casa él tuviera que joderme también.
Sabía de sobra que infringir dolor era el primer paso en un entrenamiento, lo que significaba que tendría que hacer sufrir a Leyre para que esto funcionara... Por supuesto, no era lo mismo darle un par de hostias a cualquiera de tu manada que dárselas al amor de tu vida.
—Richard...
—¿Puedes callarte de una maldita vez?— cuestioné harto de escucharlo decir siempre lo mismo.
—Pero si no dije nada.— se defendió cruzándose de brazos.
—Pero estabas a punto de hacerlo.
—Si, estaba a punto de decirte que Leyre acaba de llegar porque está caminando en dirección a tu casa con una sonrisa boba en los labios.
Rápidamente dirijo mi mirada allí, efectivamente la chica se encontraba caminando hacia mi casa. Llevaba un par de coletas, dándole un aspecto tierno, y vestía un top de color negro y unos jeans del mismo color. En resumen, se veía hermosa.
—Cuidado, alfa, se te cae la baba.— murmuró alguien de mi manada con diversión.
Rodeé los ojos con fingida molestia, le indiqué a Yashua que se encargara de lo que estaba haciendo y caminé para encontrarme con mi chica. Su sonrisa se ensanchó al verme.
—Hola, Richard.— saludó ladeando la cabeza, a mi me es inevitable sonreír mientras le devuelvo el saludo—. Entonces... ¿Vamos a empezar hoy? Ya sabes, con eso de controlarme y tal...
—Por supuesto, también tenemos que hablar de algunos temas importantes.— dije guiándola dentro de casa, no entrenaríamos fuera sino en la habitación que estaba hecha para eso.
Por lo normal entrenábamos fuera pero en esta ocasión no la iba a dejar, no cuando si se transformaba podía herir a alguien o aún peor, ir al bosque y recibir un tiro.
No me arriesgaría a tanto,
—Podemos empezar por, ¿cuando te vienes a vivir conmigo?
Ella rió, creyendo que bromeaba, pero al ver la seriedad en mi cara se le cambió por completo su expresión.
—Ya te he dicho que no voy a vivir contigo, mi familia...
—Tu familia puede ser peligrosa.
—Al contrario, yo puedo ser peligrosa para ellos... Imagínate que me transformo y los ataco...— dijo atemorizada.
Imagínate que te pegan un tiro y te matan...
—Por lo que sea, deberías de alejarte de ellos... — dije soltando un suspiro, era demasiado temprano para decirle la verdad—. No queremos que todo termine mal.
—¿Y que hago? ¿Que les digo?
—Si no quieres decirle la verdad puedes inventarte cualquier cosas, dile que te pasarás a vivir con una amiga o que quieres independizarte... Lo que sea.
Sus ojos buscan los míos y aunque parece que no está demasiado convencida asiente.
Tengo que tomar una profunda respiración obligándome a mí mismo a concienciarme de que estaré haciendo lo correcto.
—¿Empezamos?— pregunta, yo apenas suelto un pequeño "si", tomo uno de sus brazos y hago la presión necesaria para que cruja bajo mis manos—. ¡Me cago hasta en tus muertos!
La expresión de su rostro es de completo dolor, sus gritos también indican lo mismo.
No me preocupaba lo más mínimo, los lobos teníamos la ventaja de que los huesos rotos se curaban en tan solo minutos.
—El dolor es lo que te vuelve humana, Leyre.— indiqué ladeando la cabeza—. Céntrate en no sentir dolor y entonces sanará.
—¿Cómo diablos esperas que no sienta dolor cuando me acabas de romper un brazo?— sus hermosos ojos se llenan de lágrimas.
No, por favor... No voy a soportar verte llorar.
Niego con la cabeza tratando de borrar esos pensamientos de mi mente, si ella es débil yo también lo seré, no me está beneficiando ahora que sea mi mate. Sentir lo que ella siente me hará también vulnerable.
—Inténtalo al menos, necesitas aprender a dominar tu cuerpo.
—Pero...
—¡Maldita sea! Hazlo antes de que te rompa el otro brazo también.
Me mira con miedo, siento un pinchazo de dolor en el estómago con solo verla de ese modo. Ella no puede temerme.
Veo como pasa saliva por su garganta y baja la mirada hasta su brazo, llora, grita... Pero finalmente consigue que su brazo se cure. El poder de la mente era muy grande.
—Tienes que aprender a hacerlo más rápido, pero no está nada mal.— sonrío mirándola—. Sabía que podrías con esto, eres una dramática.
—Ajá, una dramática, déjame que te rompa un brazo.— dijo desafiante.
—Rómpeme lo que quieras.— respondí con una sonrisa burlona en los labios.
—¡No me mires así, que soy capaz de hacerlo!— exclamó señalándome con su dedo índice.
Era más que obvio que no podría, tenía el doble de fuerza y aunque podría llegar a hacerme daño no me rompería un hueso ni de lejos.
Lo que quedaba de tarde nos la pasamos practicando dos sencillas cosas: el dolor y las fuertes emociones.
Al fin y al cabo, las emociones más potentes podrían alterar nuestro sistema y hacer que nos transformemos, por eso había que enseñarle a lidiar con ello.
También tuvimos nuestros momentos de explicaciones en los que logré que sus mejillas se sonrojaran la mayor parte del tiempo.

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White Wolf
Manusia SerigalaLeyre es una joven loba que vive entre los humanos desde que nació, mantiene su naturaleza en secreto por temor a no ser aceptada. Richard , alfa de la manada White Wolf, no tarda en darse cuenta del problema de la omega y no duda en brindarle su a...