Capítulo 1: Primer Encuentro

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【𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐈: 𝐏𝐑𝐈𝐌𝐄𝐑 𝐄𝐍𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐑𝐎】

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Puedo asegurar que no me encuentro en el mejor momento de mi vida. Supongo que todas las personas de dieciséis años salen a divertirse con sus amigos sin preocupaciones mientras que yo me mantenía cautiva en un hogar adoptivo con padres realmente despiadados; que no nacieron para serlo, al principio cuando te los presentan son como los padres de ensueño pero una vez en su casa que estás bajo su cuidado es cuando se desata el verdadero infierno, sólo les interesaba la manutención que el gobierno les daba por el simple hecho de cuidarnos aunque era todo lo contrario.

—Algún día saldremos de aquí, te lo prometo — escuché las palabras de Eren y no pude evitar sonreír.

Mientras él lavaba la vajilla, yo organizaba la despensa. Llegué aquí a los catorce años, los hogares que los trabajadores sociales ofrecían eran una completa porquería, la única mujer que veló por mí hasta esa edad murió de cáncer y llegué a este sitio.

—Pronto cumplirás dieciocho y me dejarás — le respondí con algo de melancolía.

Nos quedamos callados en lo que escuchamos la puerta abrirse, la señora Taylor tiró al suelo las bolsas del supermercado y se quedó viéndonos de brazos cruzados.

— ¿Es una novedad? — Nos mantuvimos en silencio sin saber de qué hablaba — No sabía que las bolsas del súper mercado se bajaban solas del auto y se metían a la casa — añadió con ironía.

Eren se secó las manos y yo dejé lo que estaba haciendo para salir a dónde estaba el auto a bajar las compras. Tomé dos bolsas y las bajé sin darme cuenta de que en el fondo estaba un cartón de huevos y los rompí. Mierda.

— ¿Qué pasó? — preguntó Eren mientras volvía por más bolsas.

—Te juro que no lo sabía — respondí señalándole la bolsa.

El castaño se puso de cuclillas y revisó la bolsa y la gran mayoría estaban rotos. Se levantó y se secó las manos con el asiento.

—No te preocupes, diré que fui yo.

Tomó ambas bolsas y se adelantó, sin embargo, no estaba del todo segura, no podía dejar que se agarrara toda la culpa por mí. Me llevé las últimas dos bolsas que quedaban y las dejé en la cocina, inmediatamente comencé a poner cada cosa en su lugar y la señora Taylor no tardó mucho en ir a la cocina para asegurarse de hacernos la vida más miserable.

— ¿Y ese montón de cascarás? — preguntó mientras veía la cesta de basura.

Mi corazón se aceleró pero Eren se adelantó y respondió.

DANGEROUS © | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora