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Ambos nos quedamos allí viendo hacía la entrada. Kenny no parecía tener muchas ganas de entablar una conversación ni siquiera parecía importarle el hecho de que habían más personas, solo estaba centrado en su objetivo.
—_____, escóndete detrás de la barra y cúbrete — ordenó.
Me tiré al suelo y no dudé en movilizarme hacía dónde Levi me había indicado. Estaba completamente aterrada, no tenía certeza sobre si podríamos salir de aquí con vida, además de que sentía que había arrastrado al azabache en este lío.
Él no se había quedado atrás, se lanzó al suelo y se ocultó junto a mí.
Ambos nos encontrábamos detrás de la barra. Podía sentir las gotas de sudor correr por todo mi rostro a pesar de que en el lugar hubiese aire acondicionado y para ese entonces no tenía ni la menor idea de lo que Kenny era capaz.
— ¿Recuerdas esos juegos de feria a los que solíamos ir? — Escuché la voz del atacante, parecía muy sereno — Lo recuerdo cómo si fuese ayer, tenías el mismo tamaño.
El azabache hincó la rodilla y miró a todos lados buscando una salida. Pude ver en el reflejo del cristal dónde se ubicaban las botellas que Kenny se acercaba apuntando con su arma dónde se encontraba Levi, por lo que lo tomé de la camisa atrayéndolo hacia mí.
Su cuerpo estaba sobre el mío, con ambas manos a mi costado. Era un tanto pesado para mí delgado cuerpo, pero no estaba recargando del todo su peso en mí. Varios mechones de su cabello lacio y negro chocaban con mi rostro, a pesar de que todo pasó en cuestión de segundos para mí duró una eternidad.
Al escuchar el estallido de un par de botellas, ambos nos cubrimos el rostro. Me sentía aturdida por el sonido de las balas estrellándose contra el cristal de las botellas, podíamos sentir el impacto de los cristales y las gotas de licor rozar con nuestro cuerpo.
— ¿Recuerdas el juego en que tenías que disparar a un pato? Solías decir que cuando fueses grande ganarías el premio mayor para tu madre, ¿no es así?
El azabache tensó la mandíbula y me hizo seña que me alejara. Tomo en sus manos una botella que había quedado intacta después de la balacera, sacó de su bolsillo un encendedor para luego arrancar un pedazo de su camisa para formar una especie de bomba. No estaba muy segura de lo que haría, pero esperaba que su idea no fallara.
—Cuando lance esto vas a correr a la puerta lo más rápido que puedas yo iré detrás de ti, ¿has entendido? — asentí algo nerviosa.
Me puse en posición para correr mientras él buscaba el encendedor.
