Parte 25 Los enredos entre el amor y el odio

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Parte 1 

***

Hei Zheng sintió dolor al ver Shi Qing Xuan conmocionado y le explico— Es su alma, aunque su cuerpo físico ya no exista, su alma está siendo custodiada por los guardianes del cielo, no puede entrar al ciclo de reencarnación, pero tampoco pertenece al mundo de los vivos.

—G-Ge— Finalmente algunas palabras salieron de los labios de Shi Qing Xuan .Voz fue como un susurro que apenas se podía escuchar, viajó por el aire  y se perdió en al soplar la  briza.

—Para él, todo esto es un sueño—Dijo Hei Zheng mirando a Shi WuDu—No tiene recuerdos de su muerte o lo que les pasó, solo vive su vida donde todas las cosas siguen un flujo, no siendo ni bueno ni malo, todo lo que anhela está ahí. Esta es la técnica de los guardianes para evitar que el alma se torne malvada, además es la última muestra de misericordia hacia alguien que alguna vez fue un dios.

La mirada de Shi Qing Xuan cayó sobre Hei Zheng, lo no que no expresó con palabras, Hei Zheng lo supo.

—No puede ser liberado. Escuché que alguien alguna vez lo intentó, pero pagó un alto precio. Esa persona no vivió, pero tampoco murió. No se volvió una deidad, pero tampoco un demonio. Solo una existencia que no pertenece a ningún reino.

Había un significado oculto en esas palabras que Shi Qing Xuan comprendió al instante, Hei Zheng no quería hablar del tema, tampoco continuó la conversación.

Shi WuDu abrió sus ojos, al principio parecía perdido como si realmente acabara de despertar de un largo sueño. Parpadeo y finalmente su mirada se detuvo en Shi Qing Xuan.

— ¡Ge!—Shi Qing Xuan forzó una sonrisa en su rostro y lo llamó como siempre lo hacía. Aunque su pecho dolía y sus ojos picaron, se esforzó en contener la tristeza dentro suyo.

— ¿En qué problema te has metido esta vez?—Shi WuDu frunció las cejas y miró a su hermano menor con una mirada profunda. Sin embargo, Shi Qing Xuan se lanzó a sus brazos y se aferró a sus túnicas fuertemente.

La repentina acción tomó por sorpresa a Shi WuDu, tras superar el asombro inicial, su expresión se relajó y correspondió el abrazo. No comprendió bien la razón por la cual tenía esa necesidad de abrazarlo a su hermano, pero una vez que lo hizo, se sintió más tranquilo.

El guardián se fijó en Hei Zheng y dijo— Chico, te he visto antes.

— ¿En serio?—Hei Zheng se mostró sorprendido —Los guardianes del cielo ha visto a muchos mortales ¿Cómo podrían los protectores recordar tan insignificante cómo este sujeto?

El dragón negro se burlo con despreció— ¿Realmente crees que están fácil convocarnos? Hace siglos fue la última vez que escuchamos aquella melodía y el niño ingenuo que lo usó hasta el día de hoy debe estar lamentando su decisión.

Hei Zheng no respondió a su provocación.

—De todas formas— El dragón negro hizo una corta pausa—Solo hemos respondido a este llamado, únicamente porque ese niño está aquí. No habrá una próxima vez— Sus ojos se posaron en Shi Qing Xuan y no continuó.

Solo poder volver a tocar a su Ge fue suficiente para que la laguna en la que Shi Qing Xuan estaba sumergido se secara. Se apartó y fingió torpeza—Ge, no he hecho nada malo.

Bajo los perspicaces ojos de Shi WuDu, el rojo en las esquinas de los ojos de Shi Qing Xuan fue notorio, pero no lo mencionó — ¡O través estás perdiendo el tiempo con ese dios mediocre ¿Cuántas veces te he dicho que te alejes de él!

El Banquete de los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora