El Banquete de los Dioses

Parte 32 Había una vez... parte final

Hubo una vez alguien a quien quise proteger, sin embargo el día que perdí mi fe en él, comenzó mil años de arrepentimiento...

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 En el momento que el cuerpo de Xue Feng se volvió helado, Hei Zheng desecho su identidad falsa y volvió a ser Ye Cheng, el gran profeta.

Los Ye eran una antigua familia que se dedicaba a leer las estrellas, eran adivinos que podían predecir todas clases de catástrofe que ocurriera en el mundo, en el pasado solían ser confundirlos con enviados de los dioses y fueron temidos e exiliado de su tierra natal debido a la práctica de magia negra que implementaban en sus adivinaciones. 

Durante el periodo de estado en guerras fueron reconocidos por un Emperador y se les otorgó el título de gran profetas, sin embargo, la familia Ye continuó viviendo en la oscuridad. 

El Emperador de aquella época tenía el sueño de crear una nación próspera y con leyes justas, los antepasados de la familia Ye compartieron ese ideal, y al morir el Emperador prometieron que castigaran a la familia real si se desviaba del camino correcto hasta que un gobernante justo naciera y creará un país hermoso lleno de requisas.

Sin olvidar su promesa continuaron leyendo las estrellas, esperando que el rey indicado llegara. Años tras años presenciaron la caída de naciones, el surgimiento de dinastías y la caídas de la misma. Si había un Emperador corrupto era asesinado, si había príncipes perversos eran ejecutados, si había princesas desleales eran exiliadas y sus familias eran eliminadas, no había niño que sobreviviera, incluso los bebés eran exterminados.

Esa tarea se volvió su más importante deber.

El día que Xue Feng escapó del palacio, Ye Cheng recibió una orden de los ancianos más viejo de su clan 

" Este emperador no es indicado, elimínalo"

Hasta ese día, Ye Cheng había estado intentando adivinar el futuro del actual el Emperador, pero sin importar cuánto espiara en su estrella de nacimiento no podía ver nada. El futuro era incierto.

Tuvo curiosidad de saber que clase de persona era el rey, había muchos rumores en cuanto Xue Feng. Asumió la corona a una edad temprana, además de jugar no había hecho nada llamativo o digno de mención para que su clan lo tuviera en la mira, no obstante, aunque era pequeño el país cada vez estaba mejor en cuanto a economía y leyes.

Aquel joven ¿Merecía ser juzgado?

Por primera vez, Ye Cheng cuestionó las órdenes de su clan y se encontró con Xue Feng en aquel puente en una provincia lejana, ese fue su primer gran error.

Xue Feng parecía despreocupado e irresponsable, siempre tenía un sonrisa en su rostro, sin importar donde estuviera el mundo a su alrededor era brillante y cálido. Era como el sol, brillante, cálido e inalcanzable.

Ye Cheng siempre tuvo el presentimiento que Xue Feng sabía quién era en realidad, aun así, lo llamó su mejor amigo y juntos realizaron muchos banquetes y fiestas. Sin embargo, el divertido banquete tenía que terminar y los actores debían despedirse, para Ye Cheng el tiempo que pasó con Xue Feng fue solo una acto.

En la noche donde se celebraba el cumpleaños del Emperador, Ye Cheng recibió de nuevo la misión de su familia y mató a Xue Feng.

La muerte del rey fue ocultada, se hizo extender el rumor de que Xue Feng había estado enfermo por un largo tiempo y finalmente la muerte vino a buscarlo. Un nuevo Emperador fue coronado, el elegido provenía de una rama lateral lejana de la familia Xue.