Algunos sucesos extraños están ocurriendo en la capital imperial. Muertes, epidemias, desapariciones e historias de fantasmas. En vista de estos eventos Qing Xuan le pide ayuda a Xie Lian pero antes de que el dios marcial llegara el ex Señor del Vi...
Un fuerte viento desprendió las hojas de los árboles y aumentó la atención del ambiente, más precisamente entre Hua Cheng y Aguas Negras.
Ambos se miraron mutuamente durante mucho tiempo; a pesar de que estaba siendo incriminado ,Hua Cheng no se defendió ni dijo algo en su defensa.
Xie Lian sentía que su corazón había saltado hacia su garganta —Su excelencia no es lo que parece —Rápidamente se coloco entre las dos calamidades y gritó— ¡Esto es una trampa!
—Ge ge, no se moleste —Hua Cheng tiro de Xie Lian hacia atrás protegiéndolo con su cuerpo —Nada de lo que diga le llegará.
—P-Pero —Xie Lian lo miro preocupado.
Hua Cheng le sonrió—El Señor del Viento no significa nada para él, incluso si ahora es un cadáver, no tendrías menos motivos para ponerse sentimental.
—Lo que le pase no es asunto— Hizo uso de las palabras que la calamidad había dicho antes mientras lo miraba.
Eso era lo que le preocupaba a Xie Lian, parecía que Hua Cheng solo quería provocar a He Xuan.
En cambio , Aguas Negras tenía sus ojos fijos en la sonrisa Shi Qing Xuan, por más que la había visto ciento de veces en esta ocasión su pecho ardía entre más observaba.
¿Por qué se veía tan frío aún cuando sonreía?
¿Por qué lucía tan tranquilo aun cuando estaba cubierto de sangre?
¿Por qué se sentía furioso con tan solo pensar que alguien más lo lastimó?
Sin darse cuenta, el agua del mar comenzó a tomar forma y una gran tormenta comenzó a rugir en el cielo; camino a pasos lentos hacia Shi Qing Xuan , pero cuando sus ojos vieron la mano de Hua Cheng manchada de su sangre, un dragón en forma de agua se alzó y golpeo a La Lluvia Carmesí que Busca la Flor.
—¡San Lang!
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Shi Qing Xuan sentía que se hundía en un profundo océano oscuro, mientras su alma frotaba en el espacio negó , entonces comenzó a oír cosas.
Primero fue el galopeo de cabellos, luego gritos desesperados y feroces. Aquellos sonidos eran tan escalofriante que tapó sus oídos para evitar seguir escuchándolo , sin embargo el paisaje negro desapareció completamente siendo reemplazado por un escena que parecía sacada del infierno.
Las casas estaban en llamas, las personas eran asesinada por guerreros vestidos con pesadas armaduras, algunos intentaban correr, pero los jinetes los alcanzaban y perforaban su pecho con su espada, las mujeres eran capturadas para ser violadas.
Los niños lloraban en la calles pidiendo por su padres, otros había perdido la cordura y esperaban la muerte.
Shi Qing Xuan no pudo seguir viendo y cerró fuertemente los ojos— ¡Basta!
