Los primeros rayos del sol se elevaron en el horizonte iluminando el perfil de Xue Feng. Sus cabellos se dispersaron al soplar el viento y una parte de su cuerpo aún estaba sumergido en la oscuridad lo que hacía imposible saber qué es lo que estaba pensando.
Hei Zheng dijo de repente ─ Te has esforzado.
Los labios de Xue Feng se curvaron hacia arriba lleno de amargura ─¿Y qué resultado tuvo eso?
─Desde que eres el Emperador, las provincias de poco recursos se han vuelto ricas, los pobres tienen para comer y la economía ha crecido. Todos te aman ─ La voz de Hei Zheng tenía un poco de suavidad, aunque su expresión seguía siendo indiferente.
Aunque Xue Feng parecía que siempre se la pasaba jugando y yendo a fiestas, Hei Zheng sabía que eso era solo superficial. Era el primero en levantarse por la mañana, aun cuando el sol no salía para leer las memorias, era también el último en apagar las luces de su estudio por las noches.
Todos días debatía en las cortes para traer nuevas políticas que beneficiaban a los de menos recursos, su pueblo lo amaba y los funcionarios siguiendo su ejemplo se volvieron menos corruptos y apoyaban al rey.
Hei Zheng no sabía bien porque estaba diciendo esas palabras, era inusual en él, solo hoy, tenía la necesidad de transmitir sus pensamientos.
─¿Cuántas personas crees que han muerto a causa de mi ideal?
La repentina oración de Xue Feng hizo que Hei Zheng ampliará sus ojos. Era la primera vez que lo vio poner una expresión fría y sin emoción.
Xue Feng continuó ignorando el asombro en la cara de Hei Zheng ─ ¿Cuánta sangre inocente se ha derramado por esta tierra para construir lo que tenemos ahora ?
─Aun así, incluso si descansas la situación no regresará como en el antaño. Puede estar tranquilo.
Xue Feng bajo sus ojos y quedaron ocultos detrás de sus cabellos ─ Sería bueno si fuera cierto. ─ Se dio la vuelta y se marchó en silencio.
Después de ese día, Xue Feng comenzó actuar raro, pero Hei Zheng no supo señalar que era. Ese día, fue una de las muchas ocasiones en donde Xue Feng lo sacó a escondidas del palacio y fueron a jugar.
El lugar seleccionado está vez, era un paseo en barco por el gran río Zhu Jiang ( río de perlas) que ibas desde el norte hacia el sur. Al ser otoño, los árboles de arces estaban en pleno apogeo y sus hojas de color carmesís caían al agua tiñéndola de un color sangre.
El clima era agradable y los dos estaban sentados uno frente al otro bebiendo vino y comiendo aperitivos. El sonido del agua fluir era como una suave melodía que traía paz a sus corazones.
Hei Zheng se concentró en comer principalmente y casualmente levantó sus ojos y vio a Xue Feng recostado perezosamente sobre el costado de barco con sus túnicas fueras de lugar luciendo despreocupado y feliz.
Era una vista única, como si un dios juguetón, de repente decidió descansar en el reino mortal y nadie ni nada se atrevía a perturbar su sueño. Incluso la caída de las hojas era silenciosa
Hei Zheng tuvo un impulso repentino, extendió su mano hacia Xue Feng y tomó unos de sus mechones. El movimiento fue rápido y solo duró un momento.
Xue Feng movió sus parpadeos como si sintiera algo y al levantar su pestañas vio a Hei Zheng concentrado en la comida. Una sombras nublosa cubrió sus ojos y desvió su atención hacia el agua. Su reflejo en él río se distorsionó por las ondas que provocaba el barco al avanzar.
─ Hei Zheng... Tomaré una esposa.
El interior de los ojos de Hei Zheng mostraron inicio de perturbación, no obstante, su cara permaneció fría e indiferente─ Felicitaciones su majestad. Con un heredero se sentirá más seguro...
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El Banquete de los Dioses
FanfictionAlgunos sucesos extraños están ocurriendo en la capital imperial. Muertes, epidemias, desapariciones e historias de fantasmas. En vista de estos eventos Qing Xuan le pide ayuda a Xie Lian pero antes de que el dios marcial llegara el ex Señor del Vi...