16. Momentos que sucederán de cualquier modo.

318 26 4
                                    

(Canción del capítulo: Say Something, A Great Big World ft Christina Aguilera)

"Di algo, estoy renunciando a ti."

"A cualquier parte, te hubiera seguido."

—— ☆ ——

[Peter]

El auto había aparcado otra vez en ese mismo lugar en donde lo vi en persona por primera vez, mis padres estaban allí, esperando ansiosos que llegáramos de una vez por todas.
Lo volteé a ver, se miraba muy feliz y, como de costumbre, endiabladamente guapo.

—Llegamos —me dijo.

—Llegamos —repetí. Me sentía un poco melancólico, pues aquello me recordaba que nuestro tiempo era corto, cada vez quedaba menos, y menos.

Salimos del auto, y mamá se apuró a llegar conmigo para abrazarme y asegurarme de que no hubiese pasado nada malo, sonreí y también la abracé, papá se acercó detrás de ella con menos velocidad pero también me abrazó cuando mamá acabó de estrujarme.

—¿Cómo les fue? ¿Qué tal estuvo todo? —se apuró a preguntar mamá. Quise decirle: "nada mal, Tony me hizo sentir más importante de lo que me he sentido en toda mi maldita vida."

Papá rodó los ojos y fue en busca de Tony para ayudarle con las maletas.

—Muy bien, estuvo muy entretenido todo, la ciudad es en realidad un lugar hermoso, Tony me llevó a muchos lugares, fue increíble.

Increíble, realmente, quedaba muy corto.
Y estaba seguro que lo bien que lo había pasado no fue por el lugar, sino por él, por ese hermoso hombre que charlaba con mi padre como si su miembro no hubiera estado en mi boca.

Entramos a casa, papá subió las maletas y después de un exhaustivo interrogatorio de parte de mamá decidimos salir a la playa otra vez. Teníamos que disfrutar de ese lugar, de nuestras compañías.

Subimos al mismo tiempo las escaleras, del mismo modo que como caminábamos juntos, tentándonos a tomarnos las manos y besarnos.
Y aunque quería no podía arriesgarme y arriesgarlo así, por eso solo rocé mi dedo con su mano y le sonreí.
Sabía tanto como él, que nuestras miradas y sonrisas decían mucho.
Decían lo que no podía expresarse con palabras, expresaban el intangible amor que sentía por él, y yo recibí lo mismo de su hermoso y maduro rostro.
No entendía porqué, pero me había enamorado de él, de su rostro, de su forma de ser, de su forma de amarme, de la manera en la que me besaba. Yo ya no tenía el control de la situación, ni él, la tenían nuestros corazones que querían estar juntos sin importar nada, absolutamente nada.

Nos miramos y entramos a nuestras correspondientes habitaciones para cambiarnos de ropa. El vuelo había sido caluroso.
Yo solo esperaba que volviera ponerse una camisa blanca de botones que me dejase ver su hermoso y reconfortante pecho, además de unos pantalones cortos que me dejaran ver sus piernas y si traía gafas, sería el ser más feliz del mundo.

Yo en cambio me coloqué mi camisa sin mangas celeste, mis pantalones cortos negros y mis zapatos deportivos para ir a la playa.
Estaba emocionado. No quería pensar en el futuro, no quería pensar en nada, solo con recordar esos dos días podía ser feliz. Eso suponía.

One Month. (Starker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora