15. Ese día en el que el mundo podía irse al diablo.

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(Canción del capítulo: Trouble, Coldplay)

"Yo nunca quise hacerte mal."

—— ☆ ——

[Tony]

Cuando desperté lo primero que mis ojos visualizaron fue su rostro, a mi lado, con una expresión impoluta y tranquila, dormía plácidamente y respiraba del mismo modo sereno. Quizás feliz de estar conmigo, aunque después de todo, decir: "quizás" no era una opción, y sí, era feliz por estar conmigo, y por primera vez no estaba tratando de ser egocéntrico, era la realidad. Ambos sabíamos que era así, del mismo modo que yo estaba feliz por estar a su lado. Me comenzaba a agradar la persona que era yo mismo cuando estaba con él.

Me dediqué a admirarlo mientras, como un jodido ángel, descansaba y respiraba con suavidad, como si fuera solo un hermoso muñeco que jamás en la vida podría poseer. Por suerte, sabía que ese niño lindo era totalmente mío, y no me refería a la manera fea, sino a la manera en la que me hacía feliz tanto como a él.

La almohada, la sábana y la habitación blanca eran patéticas, eran nada comparadas con el lustre de su bello y blanco rostro, parecía intachable, intocable. Me fue malditamente imposible no tocarlo con mis dedos, tuve que hacerlo, los llevé a su mejilla y los deslicé con calma. No había mejor piel que su piel.

Me regodeé lo suficiente de él cuando, minutos después, despertó un poco desorientado, lo primero que sus ojos vieron fue mi tonta sonrisa con ensoñación, se miraba tan puro recién despierto que quería besarlo. Me tenté pero en cambio solo mantuve mi sonrisa, algunos segundos después, cuando creí que recordó todo, se relajó y me devolvió la sonrisa.

—Bueno días —me saludó con voz ronca debido a que eran las primera palabras que musitaba en todo el día, las cuales también eran para mí.

—Buenos días —respondí yo amablemente sin quitar mi mano de su mejilla, parecía, por su sonrisa, que le agradaba mucho dicho contacto de mis dedos en su rostro—. ¿Cómo dormiste?

Me sonrió como alguien que sabe que la respuesta será totalmente afirmativa, la pregunta era solo por pura inercia, pues sabía a la perfección que había dormido como un bebé con la barriga llena.

—Mejor que cualquier otra noche —me dijo, sonriendo más fuerte.

Metió con determinación su mano debajo de la sábana que cubría nuestros cuerpos totalmente desnudos, y reposó dicha extremidad en mi cintura desnuda, y del mismo modo veloz mi pene comenzaba a decirnos buenos dias también.

—¿Descansaste? —me preguntó él de manera muy dulce como para estar tan cerca de mi intimidad.

—Descansé —afirmé sin dejar de verlo, verlo era mi vicio, mi infierno.

Sus dedos se movían por mi cadera subiendo hasta mi abdomen, quizá una parte de mí quiso que bajara más y más y llegara hasta esa parte de mi anatomía en específico.

—¿Qué quieres desayunar? —le pregunté, hablando como si no me estuviera tocando con palpable lascivia.

Entonces fue mi turno y mi mano se dirigió hasta su trasero desnudo, y lo acaricié, pero a diferencia de su tocar, el mío era más simple y más puro, sin tanta lascivia sino más bien con eterna ternura en su máxima expresión.

One Month. (Starker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora