1. Un héroe en casa.

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[Peter]

El día a penas había empezado, los rayos del sol eran vírgenes, las olas grillaban en mis oídos suavemente como acariciando con sumo cuidado cada uno de ellos, las aves volaban libres sobre el cielo con ilusión y éste era encantadoramente azul, a tal punto, que el agua y él parecían unirse, fue cuando voltea a ver por la otra ventana; había algo extraño, un automóvil lujoso aparcándose frente a mi casa; de esos automóviles los cuales solo se veían en televisión por su altísimo costo, por lo cual, ver uno de esos frente a mi casa me llamó la atención a sobremanera. Ni vendiendo la casa podríamos comprar uno, ni siquiera trabajando toda nuestras vidas.
Planté mis descalzos pies en la ventana y seguí observando astutamente, sin que me viese el dueño de aquel automóvil, aunque por alguna razón quería conocerlo, quería verlo y analizarlo con cuidado, entender el porqué tenía un automóvil de esos y porqué estaba aparcando ese mismo en mi casa, desentonaba por completo con el hábitat de nobleza de mi hogar.

Fueron segundos los que pasaron sin ver movimiento en el auto, pero, de pronto y sin esperarlo si quiera, una puerta se abrió. Pegué un leve brinco cuando sucedió, estaba ensimismado en mis pensamientos tontos que definitivamente no lo esperaba. Sonreí de mi propio acto, pero el cuerpo de un hombre hizo que mi sonrisa se detuviera.

Por alguna razón mi corazón se aceleró, no mucho, sino fue un palpitar más rápido, como si hubiera visto reflejo que rápidamente catalogaría como un fantasma. Pero nada tenía de fantasma. Era un hombre, y Dios. Quedé embobado por varias razones. Quería analizar como un hombre de su tipo tendría ese auto tan hermoso. Busqué algo, un indicio, pero cuando logré observarlo bien, casi caigo de bruces en mi habitación.

Tenía gafas de sol en el rostro, ademas de un cabello azabache, sus mechones, como las corrientes de un bello riachuelo, yacían hacia la izquierda, tenía una camisa blanca de botones arremangada hasta los codos, con esa  camisa lograba observar parte de su pecho por dos de sus botones abiertos y pude notar que su piel era blanca con ciertos toques de bronceado; llevaba unos pantalones cortos que le caían con osadía hasta las rodillas las cuales eran igual de blancas que su pecho, tenía vellos en las piernas y podría afirmar que hacía ejercicio, lo noté por sus brazos fuertes y su ancha espalda, la cual pude obsevar de manera adecuada cuando se volteó. Tenía también zapatos deportivos de esos que papá decía que eran demasiado caros como para adquirir, eran blancos a juego con su camisa. Y entonces llegué a la conclusión que sí. Era Tony Stark quién se había aparcado en mi casa, sentí un mareo y mi corazón latió solo un poco más rápido que antes.

Tenía tantas preguntas qué hacerle y tenía unas ganas increíbles de ponerme mis zapatos desgastados, ponerme una camisa muy a pesar del calor y bajar las gradas a toda velocidad para pedirle un autógrafo al nombre de Peter Parker. Era un hombre tímido, pero en ese momento me sentía tan eufórico de verlo tan cerca que me atrevería a hacerlo sin que algo me importase, jamás en mi vida me había imaginado que pasaría algo así. Era algo irreal, de seguro estaba alucinando o soñando, probablemente.

Pero nada, no hubo reacción en mis músculos, me quedé ahí postrado en aquella habitación desordenada viendo por mi ventana.
Observé cómo papá salió a toda velocidad a con el señor Stark. Podía ver que estaba nervioso, quizá mucho más que yo porque estaba hablando con él. Papá y él hablaron, no podía escuchar nada, quería escuchar su voz. Estrecharon sus manos y vi como papá ayudó al señor Stark con sus maletas. Pensé, por instinto, que el señor Stark podría subirlas sin problema ya que era mucho más corpulento que papá.

Pero, mierda, mierda y mierda.

¿No podría venir a hospedarse a nuestra casa? ¿Cómo por qué?

One Month. (Starker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora