¿Cremación? Ni que fuera de la realeza

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Todos los personajes estaban sentados alrededor de la mesa redonda. El Sepulturero servía media taza de té a cada invitado, literalmente tazas partidas verticalmente a la mitad donde el líquido no era capaz de mantenerse. El Pingüino de Julio ponía barniz entre rodajas de pan junto con naipes y las entregaba como sandwiches, Patrick difrutaba de su cigarro dejando de lado el té inacabable, Gus había sido arrastrado a la mesa con ellos, Molly descansaba en el hombro del cartero y Lester miraba todo con total confusión.

-¿Qué nos traes esta noche, Cartero?- preguntó El Sepulturero.

-L-Lo que ordenaron

Levantó el paquete que tenía en su regazo y se lo pasó al pingüino, él lo abrió con prisa y dio vuelta la caja para vaciarla. El Sepulturero atrapó el frasco que cayó de ella antes de que se estrellara contra la mesa y lo miró con atención.

-Perfecto

Lo abrió y dejó caer tres pastillas en su palma, le dio una a su compañero, otra a Patrick y la ultima se la ofreció a Lester.

-¿Qué es esto?- preguntó el rubio.

-Algo que hará mas alegre tu viaje

-Definitivamente no quiero eso

-Como quieras, pero consérvalo. Tal vez te sea útil

Lester guardó la pastilla en su bolsillo y buscó algo comestible en la mesa. El Pingüino se estiró hacia Gus y le quitó otro paquete que tenía encima, El Sepulturero se lo arrebató a él

-¿Qué tenemos aquí?- sacudió el paquete contra su oído para adivinar el contenido.

-P-Por favor, tengan cuidado. Es de la Reina- dijo Gus.

-¡¿De la Reina?!- exclamó El Pingüino. Tomó el paquete y lo puso entre dos rodajas de pan. -Lo envolveré para ella

-Tonterías- El Sepulturero se lo sacó, le quitó las migajas y tomó un cuchillo de mantequilla, -Se lo enviaremos en cuotas, le saldrá mucho mas barato

-¡Por favor,no! ¡Tengan cuidado!

-¿Por qué no un paquete mas lindo?- dijo Molly entre sueños.

-Que gran idea. Se lo empaquetaremos ahora mismo.- El Sepulturero se levantó y puso el paquete dentro del féretro morado, sacó un encendedor y miró a Gus -¿Enterrado o cremado?

-¡Noo! ¡Ninguno! Me aplastará la cabeza

-¿Que tal algo de té?

El Pingüino tomó la tetera y la vació dentro del féretro, Gus se cubrió el rostro desesperado. El Sepulturero sacó el paquete ahora húmedo, lo dejó en la mesa y le pasó un trapo.

-Eso no se ve bien

-¿Y si lo inflamos con botox como a los cadáveres?- sugirió El Pingüino.

-No, eso es para los pasteles. Tal vez si lo maquillamos..

-Detenganse, se los ruego- dijo Gus.

-¿Acaso verás a la reina de Francia?- preguntó Lester al cartero.

-¿De Francia? No,no. Ese lugar quedó kilómetros atrás. Es la Reina de Perlas a la que veré

-¿De Perlas?

-Si, y me matará si no llego a tiempo

-¿No estarás exagerando?

-Tú no la conoces, ejecuta a todos los que no cumplan sus órdenes

-¿Ejecuta?

-Les aplasta la cabeza con un martillo. ¡Cielos, no quiero ser el próximo!

-Creo que ver a la Reina será fructífero- se escuchó decir a Patrick, Lester volteó a verlo, -Hará mas sencillo encontrar lo que buscamos

-¿Qué están buscando?- preguntó El Sepulturero mientras intentaba meter el paquete en su galera.

-Solo Lester lo sabe

-¿Y dónde está ese Lester?

-Yo soy Lester- dijo el rubio.

El Sepulturero entonces se acercó a él y le abrió la boca con dedos enguantados.

-No tienes dientes podridos,- le estiró la piel bajo los ojos y le alzó la punta de la nariz, -tampoco ojos secos ni bello nasal en exceso. Ciertamente no estás muerto, pero no eres el verdadero Lester

-Por eso lo estamos buscando,- dijo Patrick, -pero no es lo que estamos buscando, lo que no sabemos que es

-Que acertijo tan enredado, están en busca de un no-sé-qué que no pueden encontrar porque no saben que es en primer lugar. Me gustan los acertijos, ¡iremos con ustedes!

-¡Yeah!- exclamó El Pingüino.

Tan metidos estaban en el dilema los habitantes de la choza, que no se dieron cuenta cuando el cartero tomó el paquete y dejó el lugar. Molly dormía recostada en la mesa, asi que tampoco advirtió la falta del cartero. Fue Lester quien vio la tela gris moverse y se asomó al exterior donde vio alejarse al hombre.

-¡Gus, espera! ¡Necesitamos ir con la reina!

Todos los hombres salieron de la choza junto a Lester, El Sepulturero tomó el ala de su galera y chasqueó la lengua negando con la cabeza.

-Ay del cartero. Se hubiera llevado la motocicleta para llegar mas rápido

Lester se giró y lo agarró de la chaqueta.

-¿Tienen una motocicleta?

-Si, atrás con los féretros. Enséñales- dijo al pingüino con un movimiento de cabeza.

El Pingüino rodeó la choza y se acercó a una tela sucia que cubría algo de gran tamaño. La quitó con un movimiento exagerado y extendió las palmas hacia la motocicleta que reveló, un vehículo negro y rojo en perfecto estado.

-Con esto podremos alcanzarlo, pero, ¿solo tienen una?

-Tenemos un carrito- dijo El Pingüino. Se metió en los arbustos tras la choza y de allí sacó un carro cubierto de hojas. Lo acercó a la motocicleta y lo unió a ella, era un sidecar. -Lo usamos para los pedidos, aquí llevamos los ataúdes

-¿Pueden ir cuatro?- preguntó Patrick apareciendo detrás de Lester.

-Por supuesto- dijo El Sepulturero uniéndose a ellos, -Puedo llevar a uno conmigo en la moto y el otro irá con El Pingüino de Julio

-El Pingüino irá contigo- declaró Patrick con una mirada seria.

-Exacticamente eso decía

-¿Y qué esperamos? Se nos va a ir- apuró Lester.

-¡Molly, cuida la choza!- gritó El Sepulturero.

Llevó la motocicleta al frente de la choza y se subió a ella, El Pingüino se subió junto a él, Patrick se metió en el sidecar y Lester se sentó sobre su regazo. Se encendió el motor y atravesaron los arbustos para adentrarse al bosque.

Lester en el país de los Problemas (Lestrick)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora