Macabro juego de bolos

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Lester fue recibido como invitado en la mansión, después de la horrible revelación de Patrick fue llevado a una habitación que serían sus aposentos y se encargaron de darle un apropiado baño al igual que un cambio de ropa para desechar las prendas manchadas de sangre. Cuando reapareció en el salón del trono parecía un hombre nuevo; el tratamiento facial mejoró el aspecto de su rostro usualmente cansado a uno mas apuesto y vivaz, habían recortado cuidadosamente su cabello para perfeccionarlo y llevaba un traje anaranjado que consistía en pantalón y saco, con una camisa negra y corbata azul para combinar con sus ojos.

-Te ves estupendo- dijo La Reina.

-Sin embargo me siento ridículo

-Es porque no estás acostumbrado a lucir bien

-¿Era realmente necesario que me dieran un baño?- preguntó avergonzado.

-¿No te gustaron las damas de asistencia?- preguntó El Lobo desde un lado del trono.

-Hubiera preferido que solo me prepararan el baño, no que me lo dieran. Me siento invadido

El hombre torció los labios en una mueca indescifrable y desvió la mirada. Lester notó que ahora había dos tronos en el salón, el nuevo mas pequeño que el de la reina y un escalofrío recorrió su cuerpo, la mujer se puso de pie y se acercó para tomarlo del brazo.

-Ahora estás mucho mejor, te dije que un cambio de imagen haría la magia. Ven conmigo

Lo llevó hasta el segundo trono y le ofreció asiento, lo tomó por educación pero algo no se sintió bien, y la sensación empeoró cuando Pearl tomó asiento en el trono mayor. De repente se sintió atrapado de nuevo, como si volviera a estar en un matrimonio disfuncional donde lo único que importaba era la apariencia que mostraban a la sociedad y el amor de pareja era inexistente.

Quería irse de allí, alejarse lo mas que pueda de esa mujer, de esa falsa vida que fingía difrutar; y la verdad lo golpeó como un balde de agua fría al darse cuenta de que todo este tiempo buscaba regresar a esa misma situación en el mundo real, ¿por qué demonios quería volver a eso? ¿Por qué no se dio cuenta antes? Se sobresaltó al sentir una mano en su hombro y miró al Lobo.

-¿Que te parece un juego de bolos?

-¿Bolos?

Su Majestad, el consejero real y Lester se movieron al jardín de la mansión, erróneamente llamada castillo, a un sector amplio y libre de árboles. La Reina llevaba un largo abrigo de piel falsa que arrastraba sobre sus hombros, El Lobo un sobretodo marrón y a Lester le dieron un gran abrigo anaranjado. Se detuvieron en el extremo de un pasillo de césped donde la nieve fue barrida para crear la pista, al otro lado habían apilados bolos madera, pero Lester no logró ver las bolas de boliche. Fue entonces que unos guardias trajeron a tres hombres a la fuerza y los hicieron arrodillarse frente a ellos, La Reina extendió la mano y un mazo con mango de plata le fue entregado.

-¿Pearl?..

La mujer miró uno por uno a los prisioneros, se posó frente a un hombre rubio y regordete, alzó el mazo y sucedió el horror.

-¡¡Oh por Dios!!

Lester cubrió su boca al ver la cabeza del hombre explotar en sangre, apenas llegó a su traje pero el blanco vestido de la reina ahora tenía un estampado rojo de salpicaduras. Uno de los guardias sacó una espada y acabó por decapitar al prisionero para entregar su cabeza a la mujer y ella se dio la vuelta con una sonrisa tranquila.

-Ya escogí mi bola, tu turno

Lester retrocedió unos pasos horrorizado hasta chocar con El Lobo, el hombre entonces lo agarró de los hombros y se inclinó para hablarle al oído.

-No te preocupes, son solo prisioneros. Ese de ahí era un simple carnicero del pueblo

-Puedes escoger otro del calabozo si quieres, entiendo que prefieras una bola a tu gusto- dijo la mujer limpiando los restos de sangre en su rostro como si fuera salsa de tomate.

-¿Prisioneros dices?- balbuceó Lester.

-Así es, gente con malas intenciones. Personas que merecen morir. Esos dos son asesinos a sangre fría; un jefe de familia con mal genio que recurre a la violencia para ganar negocios y otro del cual la violencia es su negocio

Lester miró a los prisioneros, un hombre de color con un elegante traje morado y un hombre blanco con ropa de rancho, no eran gente común como el pobre carnicero y aún así iba a sufrir el mismo destino. Entonces un nombre cruzó por su mente y el pánico que sentía aumentó.

-¿P-Podría ver a otros?

-Por supuesto, Chazz te guiará al calabozo- dijo La Reina y dio fuertes palmadas que resonaron por todo el jardín.

El Caballero Gris apareció ante el llamado y frunció el ceño al ver al rubio.

-¿Si, mi reina?

-Lleva a Lester a ver a los prisioneros, queremos empezar de inmediato el juego de bolos

-Si, mi reina

Los dos rubios regresaron al castillo y recorrieron los pasillos hasta una puerta que abría a unas profundas escaleras de caracol. Bajaron con cuidado y llegaron a una oscuras catacumbas iluminadas por antorchas, separadas de ellos por una reja frente a las escaleras. Chazz sacó un oxidado manojo de llaves y abrió la puerta con un horrible chirrido.

-No te tardes

-No lo haré

Golpeó a su hermano en el rostro, directo en la nariz para más dolor, le quitó las llaves y se metió del otro lado antes de cerrar las rejas. Chazz se agarró a los barrotes furioso, su nariz sangraba y sus ojos lloraban.

-¡¿Estas loco?!

-No dejaré que maten a mi amigo

-Esas celdas estan llenas de gente peligrosa, no puedes entrar allí solo

-No planeabas acompañarme de todas formas. No tardaré

-¡Lester! ¡¡Lester!!

El mayor se dio la vuelta, se quitó el abrigo y comenzó a caminar temeroso por las oscuras cuevas, a los lados había celdas poco iluminadas cuyas rejas se sacudían con violencia y de las que salían terribles gritos de desesperación. Fue recorriendo y mirando una por una sin acercarse demasiado, pero el lugar era enorme y frío, y comenzaba a arrepentirse de no haber obligado a Chazz a ir con él. Se detuvo cuando escuchó unos susurros diferentes al resto, no pedían ayuda, sino que parecía una conversación, alguien que hablaba consigo mismo. Siguió los susurros hasta una celda, tomó una antorcha de la pared e iluminó su interior.

Lester en el país de los Problemas (Lestrick)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora