Hoo R U ?

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El frío envolvió su cuerpo al chocar contra la nieve. Cómo había predicho, se hundió dentro de ella, pero allí no terminó su viaje. Por alguna razón seguía cayendo sin poder hallar el suelo, parecía estar en un hueco sin fondo; todo estaba oscuro, silencioso y frío, muy frío. Su cuerpo dejo de sentir la caída luego de unos minutos por el adormecimiento de sus sentidos y pareció estar levitando, solo podía decir que seguía siendo dirigido por la gravedad debido a que sus cabellos y ropas iban hacia arriba. Estiró su brazo hacia la oscuridad intentando alcanzar lo desconocido y su cuerpo dio un suave giro de 360° cuando su puño cayó sin sujetar algo, esa acción lo desconcertó un momento pero logró sacarle la primera sonrisa de día. Ignoraba lo que estaba pasando, pero comenzaba a disfrutarlo.
Cuando sintió un revoltijo en su estómago pensó que tal vez estaba de cabeza, quizás incluso caía de espaldas; sus ropas ya no le daban pistas, la tela flotaba alrededor de su cuerpo sin dirección alguna. Entonces divisó una luz a lo lejos, no estaba seguro de si él se acercaba o era la luz que iba hacia su persona, pero cuando se hizo mas grande lo cegó por segundos obligándolo a cerrar los ojos.

La gravedad volvió a su cuerpo y sintió como caía en agua. La presión lo tiró hacia abajo y lo hundió hasta que pudo recuperar el control de su cuerpo y nadar hasta la superficie. Tomó una gran cantidad de aire al sacar la cabeza, echó su cabello hacia atrás y abrió los ojos, no supo donde estaba. El frío se había ido, en su lugar había una extraña calidez llenando el ambiente, algo tan inusual para él como la piscina en la que se encontraba y cómo el hombre que lo miraba desde una reposera en la orilla. Llevaba una camisa ligera, pantalones alzados hasta las pantorrillas y un sombrero veraniego. Lester nadó hasta el borde de la piscina, salió con sus últimas fuerzas y se quedó de rodillas junto al agua mirando al desconocido. Tenía cabello oscuro por lo que podía ver, pero ojos claros; era de tez clara, delgada complexión y finos rasgos. Lo acompañaban un cigarro en su mano izquierda que soltaba un curioso humo morado y un parche negro sobre su ojo derecho.

-¿Dónde estoy? ¿Y cómo es que recuperé mi tamaño normal?- preguntó Lester.

El hombre lo miró sin interés, llevó el cigarro a su boca y le dio una calada antes de hablar.

-¿Quién eres tú?- cuestionó el hombre.

-Bueno, ahora mismo no lo sé- dijo el rubio mirando su propio cuerpo, tal vez encogido o quizás agrandado.

-Tampoco yo lo sé- al soplar humo se formó una C en el aire que se esfumó contra el pecho del rubio. -Di, ¿quién eres tú?

-Es que ya no sé quién soy, no me siento como yo mismo

El hombre volvió a calar su cigarro y esta vez sopló el humo en el rostro del rubio.

-Estás en Francia, y quizás todo esto es de tu tamaño pequeño

-Pero eso es imposible. Yo nunca he estado en Francia

-Ahora lo estás

-¿Y por qué puedo entenderte?

-Sabras tú lo que consumiste

Esta vez escupió una nube de humo que golpeó suave el rostro de Lester y le provocó tos. El rubio hizo una mueca de molestia y lo señaló.

-¿Y quién eres ?

El hombre frunció el ceño y se inclinó hacia adelante para acercar sus rostros.

-¿Me estas cuestionando a mí?

-No hay nadie mas aquí

El hombre torció los labios, se echó hacia atrás y giró el rostro.

-¿Y qué? No tengo que contestar eso

-¿Y qué puedes contestar?

El rostro del extraño se relajó y volvió a llevar el cigarro a sus labios.

-Lo que necesites saber

-Dime quién eres entonces

El hombre negó con la cabeza y chasqueó la lengua.

-No necesitas saber eso

-¿Qué necesito saber?

-Tú. ¿Quién. Eres. Tú?

Con cada palabras escupía humo en su cara. Los labios de Lester se movió en una mueca y su rostro se arrugó al fruncir el ceño.

-¿Esto es un juego para ti?

-Solo me gustan los juegos de apostar. ¿Puedo interesarte en uno?

-No, gracias- respondió molesto. -Y sepa usted que mi nombre es Lester

Lester se puso de pie y sacudió su cabello húmedo. El hombre lo miró de arriba a abajo, cambió el cigarro de lugar con la lengua y sonrió de lado. Se levantó de la reposera y se acercó al rubio con aires de superioridad, metió las manos en lo bolsillos de su pescador e inclinó la cabeza curioso.

-Pero vaya problema, si es que tú no eres Lester

-¿De qué hablas?

-Tú no eres Lester

-Estoy muy seguro de que yo soy yo

-Pues no lo eres

-¿Y cómo podrías tú saber quién soy yo?

El hombre se quitó el cigarro, aparentemente interminable, de los labios y acercó de nuevo su rostro al del rubio.

-Yo sé que tú no eres Lester, al menos no el que crees ser, el verdadero Lester

-Solo hay un yo, ¿cómo podría ser otro además de mí?

-¿Acaso desconoces las personalidades múltiples?

-¿Me estás llamando loco?

Repentinamente el hombre soltó una carcajada y volvió a llevarse el cigarro a la boca con una sonrisa.

-Yo no soy el loco aquí, ni tú tampoco, ellos están en la funeraria. Como sea, no puedo darte más información de la necesaria, después de todo tú no eres Lester

-Ya basta con eso, yo soy Lester. No puedes discutir de nombres si nisiquiera me has dicho el tuyo

-Solo el verdadero Lester puede saberlo

El rubio pasó una mano por su rostro y suspiró pesadamente, decidió seguirle el juego al extraño pensando que así recibiría respuestas.

-¿Y dónde está el verdadero yo?

-¿Cómo podría saberlo?

-¡Dijiste que responderías todo lo que necesite saber!

-No necesitas saber dónde está el verdadero Lester, pero sí debes encontrarlo

-Okey, ¿y cómo lo encuentro?

-Solo tú puedes saberlo, tú eres quien quiere encontrarlo

-¿Yo quiero encontrarlo? Tú dijiste que debía hacerlo

-¿Siempre haces caso a desconocidos?

Lester se sostuvo la cabeza con ambas manos y negó, se volvería loco si seguía esa conversación.

-¿Puedes darme una pista o alguna dirección?

-Sí- el hombre se quitó el sombrero, lo dio vuelta y sacó algo de su interior, -Solo debes comer esto

-Debes estar bromeando...

Lester en el país de los Problemas (Lestrick)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora