Lo único que Hoseok quería era huir.
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[Min YoonGi → α]
[Jung HoSeok → Ω]
[M-preg☁️]
Todos los derechos reservados.
Fanfic hecho por mí.
No aceptó copias ni adaptaciones sin autorización.
-LittlxPrincxss
Advertencia: Angst, algo de smut y algunos temas delicados. Algunas partes de la perspectiva de Hoseok y otras de Yoongi. Mención de otros ships.
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En serio no sabía si realmente el destino lo odiaba tanto como para estar en sus inicios de celo nuevamente frente a Yoongi.
Le había tenido que prestar las llaves de su auto para llevarlo al departamento junto a Soobin y las niñas. Yoongi incluso le ayudo a bajar las cosas del auto mientras él corría al departamento con las piernas temblorosas y queriendo llorar.
¿Por qué aquello se sentía así?
Era horrible. En serio horrible sentir el hormigueo por su cuerpo junto a una terrible temperatura, juraba que estaba sudando.
Cuando entró al departamento, comenzó a buscar la pastilla donde se supone que la había dejado. No la encontraba y en serio sentía que entraría en pánico si no la hallaba pronto. Mordió su labio y corrió a su habitación a la vez que escuchaba como los niños entraban al departamento junto con Yoongi.
Rebusco en sus cajones y se sorprendió demasiado al no ver ni una de las cajas que tenía de repuesto.
— ¡Yo-Yoongi! — Gritó, nervioso.
Sentía que el calor aumentaba y sus piernas comenzaban a fallar, como pudo se sentó en la cama y vio al pálido entrar.
— ¿Qué pasa? — Se veía preocupado al oír su tono nervioso.
— N-No encuentro ninguna pastilla — Habló nervioso, viendo alrededor pensando que quizás había dejado alguna caja por ahí.
— ¿Qué? ¿Ya buscaste bien? ¿O quieres que vaya a...?
Se auto interrumpió al sentir como las feromonas del menor se comenzaron a expandir con rapidez por la habitación, haciéndolo gruñir.
— Y-Yo... Ya busqué — Sentía sus ojos llorosos y tembló asustado al escuchar el gruñido ajeno.
Yoongi se intentó tranquilizar y se acercó al menor, soltando de poco en poco sus feromonas para tranquilizarlo.
— Tranquilo Seok, respira y acuéstate, quizás debes dormir un poco mientras iré por unas pastillas para ti ¿Si?
Murmuró con total calma y entonces vio los ojos ajenos, totalmente negros, no había rastro del café miel que había anteriormente y apretó los labios. Su lobo había tomado control.
— A-Alfa — Susurró.
— Escúchame ¿Si? Duerme un poco y voy...
— ¡No te vayas! — Le interrumpió el menor con los ojos cristalizados.
El mayor apretó los labios y suspiro mientras se acercaba más al pelinegro para acariciar su cabello, tranquilizándolo, cosa que funcionó y hacía que el omega buscará más de sus caricias.
