¡Aléjate de mí! [TIANSHAN] [Boy x Boy] (Editando)

Capitulo 23 : No lo valoras.

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Al primer comentario le dedico el próximo capítulo.

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- Detente aquí y espera.

- Como ordene, joven amo.

He Tian se bajó del auto y corrió a la plaza. Buscó a Mo Guan Shan por todas partes, hasta que logró encontrarlo sentado en una banca distraído.

Se acercó a él y se sentó en silencio a su lado. Mo se había percatado de su presencia y no dijo nada.

He Tian estaba desconcertado. Creía que iba a ser como las demás veces en donde Mo Guan Shan le gritaba y golpeaba, sin embargo, él estaba completamente en silencio. O ¿quizás estaba demasiado enojado como para mirarlo?

Suspiró y decidió averiguar que sucedía.

- ¿Acabas... de llegar?

Mo al escucharlo suspiró y negó, aún sin decir nada.

- ¿Esperaste mucho? -. Preguntó nuevamente He Tian.

Mo de nuevo negó.

He Tian no sabía como tratar ésta faceta de Mo, es decir, ya se había acostumbrado a aceptar la exagerada actitud de Mo, pero ahora, simplemente se sentía inútil.

- Eres un idiota -. Susurró Mo Guan Shan con la cabeza gacha.

He Tian suspiró.

- Sí, lo soy -. Dijo.

- También un estúpido -. Volvió a decir Mo.

- No lo niego -. Aceptó He Tian.

Por ahora, iba a aceptar lo que le dijera.

Luego de otro silencio, Mo volvió a hablar.

- Hoy es el aniversario luctuoso de mi padre.

Dijo Mo cabizbajo. Sus puños estaban apretados y sus labios igual. Su voz apenas era audible de tan débil que era.

He Tian escuchó estupefacto. Era algo que nunca habría imaginado, ya que Mo no acostumbraba a mostrar sus emociones. No sabía que decir.

- Quieres... quieres que yo... ¿te acompañe?

Mo levantó su vista y miró a He Tian. Solo entonces, He Tian se dio cuenta por sus ojos que había estado llorando.

Mo Guan Shan apartó su mirada y limpió con su manga su rostro.

- No. Vengo de ahí, así que...

Luego de eso, ninguno volvió a hablar. He Tian estaba pensando en una solución y no se le ocurría nada.

Al final, decidió hacer lo que iba a hacer desde el inicio. Metió sus manos en su bolsillo y sacó una cajita pequeña y se la entregó a Mo.

Con mirada extrañada, Mo tomó la caja y la abrió.

- ¿Pendientes? ¿Para que es esto?

Lo que contenía la caja, en efecto, eran dos pendientes redondos de color negro, simples, pero con pequeños detalles dorados en sus orillas que los adornaban.

He Tian sonrió.

- Obviamente para ti, pequeño Mo -. Dijo.

Mo le devolvió la caja y se levantó.