¡Aléjate de mí! [TIANSHAN] [Boy x Boy] (Editando)

Capítulo 20: Motivos II

POV: ZHAN ZHENG XI

Alejé a Shin Ling de mí.

– ¿Qué crees que estás haciendo? –. Pregunté molesto.

Mire de reojo a todos los curiosos que nos veían.

– ¡¿A ustedes que se les perdió­?! ¡Lárguense de aquí! –. Grité furioso y ellos empezaron a dispersarse.

Ling sonrió y se cruzó de brazos.

– No quisiste tener una segunda cita conmigo. Luego de la primera, me empezaste a evitar, tampoco contestabas mis mensajes, ni mis llamadas, así que no tuve opción más que llegar directamente hacia ti.

– ­­¿Estás loca? ¿Cómo crees que reaccionará mi padre al enterarse de todo esto? –. Dije exasperado.

Ella suspiró y miró sus uñas.

– Tu padre ama a Shin Ling, así que jamás se molestará conmigo, Zheng xi-xi.

Bufé con cansancio.

– Me da igual, tienes que irte, llamas mucho la atención.

– Gracias por el cumplido, cariño –. Dijo sin modestia alguna.

Me miró curiosa.

– ¿Acaso el gran Zhan Zheng Xi, no quiere que todos se enteren que tienes una prometida súper hermosa y que es de la univer... –. Cubrí su boca con mi mano antes de que continuara hablando de más.

– ¿Acaso quieres que mi cabeza ande en boca de todo el instituto? Vete y luego hablaremos.

Aparté mi mano y ella sonrió.

– Con una condición –. Recomendó.

– ¿Cuál?

– Que vuelvas a tener una cita con Shin Ling, si aceptas, te dejaré en paz.

Suspiré exasperado.

– Está bien, ahora –. Me di la vuelta y empecé a alejarme.

– ¡Adiós mi bebe! ¡Shin Ling te ama! –. Gritó a voces.

Suspiré. Necesito despejar mi mente.

Ingresé al baño y fui directo a lavar mi rostro. Este día va de mal a peor.

Escuché el sonido de la puerta de uno de los baños abrirse.

Por el espejo pude ver de quien se trataba. Suspiré al verlo. El me miró estupefacto y luego apartó su mirada. Llegó en silencio a lavar sus manos a mi lado, aunque me ignoraba por completo. Sonreí irónico.

Miré su rostro en el reflejo. Se notaba nervioso. También noté que sus orejas habían adquirido un tono rojizo.

Luego observé las facciones de su rostro, su fina nariz, sus pequeños labios, sus ojos. Su blanco y delgado cuello, su tez...

Y desde que lo conocí siempre he querido aclarar una duda que tengo...

Así que, sin más, empecé a acercar mi mano hacia su rostro. Al tocarlo suavemente, supe que en efecto, su piel es muy suave y tierna como la de un bebé.

Reaccioné cuando Jian Ji apartó mi mano bruscamente.

Él se alejó unos pasos y me miraba nervioso, sorprendido, molesto y alterado. Su rostro estaba encendido en color escarlata.

– ¡¿Qué rayos te pasa, idiota?! –. Gritó a la defensiva.

Miré mi mano echándole la culpa como si esta tuviese vida propia.