c u a r e n t a y u n o

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Salí del baño.

Mire los autos buscando el nuestro. La fila terminó y no lo encontré, decidí dar vueltas. No estaban, les pregunté a algunas personas.

La mayoría dijeron que no habían visto nada. Y la otra parte dijo que la habían visto partir.

Hijos del Mal....

— ¡Señor! ¡Disculpe! — Hable. — ¿Usted ha visto una camioneta negra y una Casa Rodante partir?

— ¿Oh? Oh, si. Si. Eran muchos jovencillos. Se fueron de frente.

— Gracias. — Me incline.

Y así seguí preguntándole a las personas si habían visto la camioneta; Algunas me decían que se fueron, y otra me pedían autógrafos.

¿Enserio?, ¿Solo por que entre a mear me abandonan?

Se me ocurrió una idea; Llamarles.

Sabía muy bien quién había propuesto la idea de dejarme aquí.

Busque en contactos el número de Suga. Lo encontré en la sección de favoritos y toque el icono de llamada.

Marcando...

Llamada en trascurso...

- ¿Alo? — se escuchaba risas de la otra línea.

- Alo. Suga, ¿En donde estaís?

-... Estamos en la gasolinera. ¿Por que? Desde aquí te puedo ver.

- Suga, no me tomes el pelo, aquí no estaís nadie de vosotros.

- Ya, ya...

- Entonces, ¿Dónde estaís?

- En el mundo de salchichas. No te jode.

- Joder. Contigo no se puede.

- Vale, vale. Como te demorabas mucho en cagar, nos fuimos sin ti.

- Imbécil.

- Te dicen.

- A ti.

- Hoseok.

- ¡Ya, ya! Solo vengan a por mi.

- Está bien tío. Adiós.

Desconecto.

Joder.

¿Como no se les olvida respirar?

Ojala se resbalen y se rompan la cadera.

Que coman carne y les duela la garganta al tragarla.

Tomen agua y ahoguense.

Me senté en una banca alado de los trabajadores.

Espere unos minutos. No venían. Decidí comprar algo del mini mercado para el camino. Cuando sacaba el dinero de mi billetera, sonó la bocina de un carro.

— ¡¡Hoseok!! — Grito alguien.

Agarre mis compras, y saque un montón de billetes, los tire como sea y corrí.

— ¡Quédese con el cambio! ¡Gracias! — Sonreí.

Llegue a la camioneta, abrí la puerta golpeando mi nariz y me subi.

Sobe la parte adolorida con suavidad.

— ¿Trajiste algo? — Pregunto Suga.

— Si. — Respondí.

— Dame. — Extendió la mano.

Le di unas bolsas con patatas fritas -era su chuchería favorita- y el con gusto las recibió.

Seokjin arrancó.

— ¿Por que?

— ¿Por que, que?

— ¿Por que me han abandonado? Vosotros sois unos... Ojalá te atores con las patatas.

— ¿Me maldices? — Mi amigo de la infancia exagero su expresión, volviendo sus labios en una O.

— No...

******


— Barriga llena, corazón contento. — Vaciló mi hermano.

— Suga, ya. ¿Por que te gusta tragar todo lo que se te ponga en un plato?

— Por que la comida es sagrada.

— Eso es cierto. — Sonrió Seokjin.

— Bueno.... Este es un viaje de vacaciones. Así que...

Cerró sus ojos.

— Oh no...

— Oh si... Quiero pasear.

Bufé. Suga era Don Jodidoncio.

Cuando llegamos a nuestro destino lo primero que dijo Suga fue; "Ya estamos en Italia. ¡De regreso a casa!"

El hotel en donde nos quedaríamos fue otro problema; El Waze no lo ubicaba. ¿Como demonios se suponía que lo encontráramos?

Tuvimos que recorrer mucho.

Hasta que al fin lo encontrábamos.

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('• , •)♡
/  \ /         ¿Me das una estrellıta?

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( •ㅅ•)
/  >☆         Sı. Toma aquı esta.

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( •ㅇ•)
/  >           Oh, gracıas.

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( • . •)
☆<  \        Mejor no.

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(ų .ų)
/  <                  ¿Por que no?

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( • _ •)
/  >☆          Bıen. Promete que la

cuıdaras mucho.

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( • . •)
/  \ /            Lo Prometo.    

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( - . -)
/  >☆           Esta bıen.

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( •ㅁ•)
/  >☆            Whoa. Gracias.

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( •ㅍ•)
/  ><               De nada. Cuıdalo bıen.

 

From Hate To Love                                              《 {Suga} [BTS] ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora