Agarre el cuchillo, me senté en el sillón de la sala y corte mi piel lentamente, sentía ese frío pero al mismo tiempo el metal,.... la sangre caía al suelo y manchaba mi ropa....-bueno. La toalla que utilizaba-
— ¿Que haces? — Hablo algo sorprendido y cabreado.
******
Lo mejor de la noche; dormir.
Cansado y arrastrando los pies llegue a la cocina.
— ¿Que haces? — Pregunte algo sorprendido, pero más cabreado. No pensé que hiciera eso. Nunca lo pensé. Si era sincero, era como enterarme de que era hijo de Hitler; Genial, pero sorprendente.
— ¿Que te importa? — Cómo toda una "masoquista" que se creía. Plantó el cuchillo en su brazo. Ugh.
— ¿También depresión? — Pregunte. La verdad. Me daba curiosidad por saber. Mucha curiosidad.
— ¿Y? — Ese era un clarísimo; "Si".
Alce mis mangas del polo y le enseñe mis cortes. Para mi, las cicatrices era como un trofeo que tenia que presumir con orgullo. — No eres la única.
— Tu tambien. — Chasqueo la lengua.
— ¿Lo haces por.....?
— No creo que te importe.
— Igualmente. Tengo más cicatrices que tu.
— Igualmente. — Imitó mi voz. — Me la suda.
— Igualmente. Te gané.
— ¿En....?
— Tengo más cicatrices.
— Huy, que orgulloso debes de estar. — Sonó sarcástica, esta chica es genial. Pero no más que yo.
— No sabes cuanto.
— ¿Cuanto que?
— Cuanto lo estoy. Tarada.
— ¡Whoa! Oh mi lord Suga. ¿Podría dejar de humillar a esta humilde plebeya por que no tiene la misma cantidad de cicatrices que usted? Se lo suplico. — Sarcástica. Así me gusta niñata.
— Aléjate de mi vista, asquerosa muerta de hambre.
— Ya, ya. Mucho jueguito.
— No me hables así chacha. Ve y limpia cualquier cosa.
— Oh, como usted diga mi lord.
— Ya callate. Curate esa herida que se te va a infectar y vas a llorar del dolor. ¿Vale? Largate plebeya. Y no vuelvas ¡Nunca más! Ugh.
******
No había ningún canal nuevo.
Solo habían dibujos animados y daba rápidos y furiosos no se que.
La mocosa se había limpiado la herida unos minutos antes y ahora andaba haciendo fuerza en el brazo con los miles de libros de armonía y de álgebra.
Se puso a estudiar. Como loca. ¿Había algún examen del que yo no sabia? Joder.
— Tía, ¿Por que estudias tanto?
— Por que quiero.
— Hey, mírame. — Obedeció. Me miraba con esos ojos cansados. Ojeras que se tornaban en un gris. — No tienes apariencia asiática, pero tienes un nombre asiático, ¿Como es eso?
— Soy de las Vegas. Mis padres me trajeron casi dormida a Corea.
— ¿Drogas?
— Sueño.
— Ahh, ok. ¿Entonces por qué el nombre?
— Mi padre era Coreano, y el eligió mi nombre.
— Ohh, gracias por aclarar "Mis dudas".
Rodó los ojos. Agarro el lapicero y volvió a escribir miles de ecuaciones y cosas que entendía perfectamente pero que me tomaron media vida en aprenderlas. Un silencio se formó, solo lo interrumpía el fastidioso ruido del lapicero rayando las hojas con números y letras. Yo seguía cambiando de canal, no había nada que me interesará; Dibujos, noticieros. Solo eso. Hasta que uno me llamo la atención: Kumamon. Dios. Aún que el noventa por ciento de la gente que me conocía no creería que me gustaba Kumamon, era cierto. Me quede viendolo entretenido, pero un grito frustrado por parte de Meiyu me hizo saltar del susto y mirar en su dirección. Ella alzó la cabeza con una mirada de asesino en serie, y con los dedos entre sus mechones de pelo decidió hablar. — Ayuda.
Enarque las cejas, ¿Que quería? — Se que soy hermoso e irresistible. Pero. No hago ese tipo de favores tía. Pídele a otro que te saque las telarañas. Yo no lo haré.
Me gane una mirada fulminante. Atento observe como agarraba un plumón de esos gruesos para papelotes y me lo lanzó. Afortunadamente no cayó en mi hermosa cara. — Ayúdame con armonía.
¡Ja! Dios mio. ¿Yo ayudar a esa tarada?
— No.
— Por favor. Es difícil, no puedo.
— Yo tarde media vida en aprenderme todas esas mierdas, y no voy a dártelo así nada más. Aprende tu solita, ¿Acaso no estudiaste la primaria? El colegio sirve para aprender y no hacer gilipolleces. Si tanto estudias, pues creo que es fácil para ti.
— Estudio tanto para poder aprender. Pero no puedo memorizar nada. Ayúdame, por favor.
— Me da paja. No tengo tiempo para doblar los dedos de las manos para apagar la televisión y luego tener que mover los músculos de mis piernas para levantarme y gastar saliva explicándote una y otra vez como se soluciona una ecuación que seguramente es uno más uno. Además. Como tu has dicho, soy una barbie anorexica, no tengo fuerzas ni nada. — Sonrei orgulloso. Seguramente ya no molestaba más.
Pero volvió a abrir la bocaza. — Por favor. Y luego yo te devuelvo el favor.
Lo pensé. Si yo le ayudaba, ella podría hacer lo mismo con Derechos humanos -que se me daba muy mal- pero luego acorde lo perezoso que soy y conteste. — Sabes. Soy muy perezoso, así que No.
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From Hate To Love 《 {Suga} [BTS] ✔
Novela JuvenilTomados De La Mano Hasta El Final. 🌌 Escrita 200% por @SugaConSwag2711 🌆 No copias y/o adaptaciones.