14: Explicaciones

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CAPÍTULO CATORCE.

4 de Abril.

Los días ya no eran los mismos. Ya no era capaz de ni siquiera hablar con Daysi antes de dormir, dentro de mi cabeza. Sentía un nudo en la garganta cada vez que lo intentaba.

Y aunque ya no viera a Rafa, sentía que dentro de mí los sentimientos crecían y crecían todavía más y más.

Entonces supe que enfrentarlo iba a ser mucho mejor que ignorar lo que estaba sucediendo. Mamá siempre decía que ignorar las cosas no hace que dejen de estar sucediendo en otra parte.

Era medianamente temprano, así que tomé una cartera con dinero y salí en busca de un taxi. No quería perder más tiempo, ni mío, ni con mi mejor amiga. Había muchas cosas que quería contarle. Pero principalmente... principalmente quería pedirle perdón.

Llegué al cementerio alrededor de una media hora después.

El corazón me iba con furor, adrenalina y un poco de vergüenza. Eran muchas cosas dentro de un cuerpo tan pequeño como el mío.

Eché un suspiro cuando caminé hacia la lápida de Daysi. No vi a Rafa. No estaba ahí. Aproveché y corrí hasta que me desmoroné frente a ella.

—Perdón, perdón, perdón —murmuré—. Perdón, Daysi, te juro que no sé en qué momento sucedió. Yo ni siquiera estaba consciente hasta que... hasta que me miró y... y no supe cómo reaccionar. ¡No quise que me pasara esto! Jamás, en mi vida, lo vi de otra forma, lo prometo. Siempre lo quise, porque te hacía feliz y eso me hacía feliz a mí. ¡No entiendo por qué me está pasando esto! Yo siempre los admiré como pareja. Siempre los amé juntos...

—Maite...

Tragué saliva con fuerza en cuanto lo escuché. Me armé de valor y di media vuelta para encontrarlo parado, mirándome. Me pregunté si habría escuchado desde el principio hasta el final. Me pregunté si se habría dado cuenta que hablaba de él aunque jamás lo haya nombrado.

—Rafa... —cerré la boca y no dije nada. No sabía que decir, ni por dónde empezar—. Yo...

—No hace falta que digas nada.

—¡Sí hace falta! —chillé indignada conmigo misma—, hace, porque esto no debería pasarme. No contigo, nunca, jamás.

—¡Maite! —interrumpió, dando un paso delante mientras yo retrocedía otro—. Ninguno quiso que pasara esto...

Me limpié la única lágrima que logró escapar de mí y me sacudí el vestido que llevaba puesto en un acto impulsivo.

—No. —acepté—. Es que no pasa nada. Ignora lo que siento, Rafael. Simplemente... ignora lo que escuchaste, lo que viste en mis ojos... No volverá a pasar.

Amagué para irme pasando por su lado, pero él de vuelta lo impidió. Esta vez no levanté la mirada, contrario a mi personalidad, agaché la cabeza para luchar contra el horrible sentimiento que quería escapar de mí.

—Maite...

—No, Rafa, yo... —suspiré—. Vendré en las mañanas, tú te quedas con las tardes.

Me solté de su agarre y seguí mi camino sin él.Como debería ser. Como tendría que haber sido siempre.

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¿Qué harían ustedes en la situación de Maite??? Yo creo que me pondría igual que ella ;(

POR CIERTO, RAFA EN MULTIMEDIA!

Aunque el nombre Rafa a Ross no le pegue ni con chicle jajaja. ¿Cómo se imaginan ustedes a los personajes?


Dear DaysiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora