𒊹︎︎︎𝕀ℕ𝕋ℝ𝕌𝕊𝕆𒊹︎︎︎ ⚣︎𝚈𝚘𝚘𝚗𝙼𝚒𝚗⚣︎

'Piel'

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*. Fiebre.             .                   .*

*               Cansancio,    *

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.* Tacto, contacto, piel.*
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Las ganas seguían.

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Había un punto dónde cualquier persona tiraría la toalla.. puesto que las cosas no eran saludables sin embargo, esas caricias..

Las yemas de los dedos largos se pasaban con propiedad, gusto y dedicación, un nivel de temperatura que desnivelaba cualquier termómetro, se podía decir que eran las fantasías ocultas y la propia prohibición lo que conllevó al joven Park a desear más. Sus manos temblaron sobre sus mantas revueltas. Su ano seguía húmedo y  palpitante, JiMin aseguraba que ya no eran efectos de lo que hubo en su interior, en esos momentos anhelaba tocarse o ser tocado justo allí, el solo pensamiento hizo contraer su ano.

Y cuando YoonGi lo miró su mundo se vino abajo, su boca se llenó de saliva líquida. Era un hecho, quería sexo, sentirse lleno, atrapado y estrujada entre su propia cama, solo por él, por su propio padrastro.

YoonGi podía sentir la temperatura aumentar en el cuerpo del menor, bastó con pasar su mano por el abdomen plano del chico, no sabía si era normal tener el cuerpo tan caliente, pero lo estaba disfrutando, observó una vez mas el pequeño y delgado cuerpo, verlo expuesto ante sus ojos era glorioso y había cierta admiración por ese cuerpo que él mismo había desflorado. Era en estos momentos un hombre ambicioso, uno que no iba a estar satisfecho solo con un polvo de unos días, (el hallazgo de oro le incitaba a explotar la mina*)  de ese modo tocó con minúsculos roces la piel de las mejillas rosadas, el chiquillo mantenía sus ojos cerrados pero de alguna forma daba permiso para que tocarán su cuerpo.

Otro roce, dulce, suave..

Tócame pedía la piel juvenil, erizada y dispuesta a recibí el contacto da las manos del hombre mayor.

YoonGi desglosó todos sus juicios y anuló lo que podría marcar su futuro. Sus pecados y delitos quedarían ocultos en las cuatro paredes..

La estación climática estaba cambiando, y aunque todo el año se podía apreciar el frío ahora sin dudas estaba crudo, el frío podía incrustrarse en los huesos de quién anduviera sin protección, por ello en estos momentos lo mejor era encontrarse cálido, el ambiente seco podría incluso incendiar una casa, tan así estaban las circunstancias. Gracias a la calefacción esto podía minimizarse. Así fue como la camioneta negra del  jefe del hogar se puso en marcha. Dejando la brisa en un estado sin importancia, mientras que los tramos de la carretera fueron haciéndose ligeros según los minutos, la hora de trabajo y estudio dejaban las calles de la ciudad con menos congestión, en el sterio, la canción que inundaba las bocinas y dejaba un leve cabeceó y sacudida de hombros era de 'Epik High' Rosario, y cuando llegaba la parte adecuada los labios del hombre cuyos gustos musicales eran estrictos se movían sin emitir sonido, su compañero, en el asiento del copiloto vió ese mínimo detalle y distraídamente sus labios medio se levantaron haciéndolo sonreír sin consentimiento.