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'Tom & Jerry'

De nuevo, él actuaba así.

Sucedió ese fin de semana, SuRan quería pasar un tiempo familiar con sus dos hombres y parte de su familia, su hermana menor, su madre y tía.

Puesto que el resto de la familia no era muy apática con YoonGi, su padre nunca dió la bendición para su boda, ni hablar de su abuelo que seguía diciendo que si una mujer se casaba era para siempre, por lo que no tenía derechos a rehacer su vida ni tener otro dueño.

El anciano era muy estricto con eso de las tradiciones.

Así que las mujeres de la familia eran las únicas en apoyar la decisión de SuRan. También, ellas estaban encantadas por esa divina forma en la que YoonGi cautivó sus corazones.

Pero vamos, el hombre era una chulada, tan atento y demandante que derretía hasta el iceberg más grande. El prototipo de hombre que toda mujer deseaba tener entre sus garras.

La mujer esa mañana despertó animada, por casualidad no dejo quemar el desayuno, tampoco hizo tanto ruido al hacer el aseo en general de la casa, procuró no usar la ruidosa aspiradora.

Era tiempo de hacer despensas así que poniéndose uno de sus atuendos más casuales se dirigió a su cuarto. Cogió su bolso y se acercó a la cama.

Su marido estaba totalmente dormido, la sábana estaba debajo de su torso pálido, hacia frio afuera y SuRan procuró cubrirlo un poco. Suspiró con ganas de quedarse al lado del apuesto hombre pero tenía cosas que hacer.

Cuando salió al pórtico para abrir la cochera el vecino del frente la saludó, era el padre de esos chicos que por lo visto era colegas de su hijo.

El hombre de cabello negro le sonrió— Buenos días, mi señora— dijo cruzando la calzada con un periódico debajo de su axila derecha.

SuRan hizo una venia corta dejando sus ondulado cabellos ir hacia delante— ¿Señor.. — dijo sin saber siquiera el apellido, se avergonzó un poco.

— Jung, Jung Hon-Bae, un gusto — murmuró mostrando los dientes un poco amarillos por tomar tanto té.

SuRan mostró simpatía extendiendo su mano al aire— Perdone, soy SuRan, voy un poco de prisa, pero con gusto hablamos otro día.

Él asintió dando la vuelta y dejando en el aire su despedida “Nos vemos, Señora Min”

La mujer prendió el motor y se puso en marcha.

Cuando eso sucedió JiMin quien se encontraba desde un tiempo en la ventana (esperando que su madre partiera) se dispuso a realizar su plan.

También él estaba desde temprano despierto, hoy era una oportunidad grande, todo inició por esa extraña conversación que por accidentalmente escuchó.

“ Necesito dinero”

Esa frase detuvo el andar de JiMin, ¿Por qué YoonGi tenía el altavoz ? Estaba en el jardín trasero, estaba de pie con los brazos sobre el muro de cemento que dividía los patios vecinos y su propiedad.

Se veía pensativo, lo descubrió con una caja de cigarros y un encendedor que con constancia encendía y volvía a apagar.

No sabía que él fumaba.

Un secreto más, descubierto.

El celular reposaba descuidadamente sobre el muro.

YoonGi respondió “ Ten algo de modales, mocoso”

JiMin se interesó por esa forma tan extraña de conversar. ¿Un familiar? Pero que raro.