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'Intruso'

— [...] No es necesario que sigas haciendo esto, mamá— se escuchó la voz cansada y con síntomas de estrés a lo lejos, todo detrás de la bocina del auricular.

SuRan en esos momentos estaba inmiscuida en todo lo que rodeaba a su hijo, y aunque sabía qué hacer todo por JiMin era como secarse las manos en un paño húmedo puesto que, el joven era como una mula. Terco.

Ella, empedernida en sus ideales tenía que ser persistente, aún con miedo dentro de su corazón no iba a bajar la guardia — No me des motivos para bajar del auto— fue lo único que dijo. Con firmeza en su voz, desviando la atención del muchacho.

JiMin conocía esa característica actitud. Se desplomó entre sus deseos y los de su madre. Cortó la llamada en cuanto escuchó su apellido de una voz bastante calmada y gruesa.

— Park.

Era su maestro de sistema, Woo JiHo, tan apuesto y juvenil que parecía un estudiante más. — Profesor — murmuró, y con cortesía haciendo una pequeña reverencia saludó.

El cabello negro y muy bien acomodado del hombre caía jodidamente perfecto sobre su frente. Era apuesto y su presencia lo decía.— Olvidaste darme tus datos para agregarte a los grupos de trabajo, por suerte te encontré — dijo el encantador hombre de labios voluptuosos, le sonrió a JiMin causando que el menor le sonriera de vuelta. — Lo necesito cuanto antes— agregó. En su brazo cargaba unos papeles y libros sin ser mucho peso y en su otra mano su termo de agua caliente.

— ¿De verdad? Oh, lo olvidé, deme un momento. — JiMin sacó sus apuntes enmedio de la calle, eso trajo demora. Intentó mostrar una sonrisa pero eso no sucedió como quería.

De pronto, sintió la mirada de alguien a sus espaldas. — JiMin.

El joven volteó los ojos entorno a la desesperación que la situación le trajo, situación en la que se encontraba en varios días consecutivos. Pero esta vez estaba sufriendo por vergüenza delante de su superior.

— ¿Quién es usted?— volvió a intervenir la voz, sin ninguna pizca de amabilidad.

— Mamá, él es mi profesor. — JiMin mordió sus labios al ver la cara de incertidumbre en el rostro de su madre.

— Woo JiHo, un gusto. Profesor de sistema— hizo una reverencia y extendió su mano.

— Shin SuRan. Si me permite, nos tenemos que retirar— dejó al hombre con la mano en el aire y volteó su rostro— Mañana le entregas lo que sea que el profesor necesite, no es horario de clases en estos momentos. Vamos.

Con un caminar apresurado se alejó subiendo de inmediato a su vehículo. JiMin estaba un poco rosado de la vergüenza. — Lo siento, mi madre está pasando po-

— Descuida, Park, nos vemos mañana. — agitó la mano y se despidió. No le gustó la actitud de esa mujer, ella y su hijo no tenían nada en común.

El joven vio como su maestro se alejaba con lentitud. Maldiciendo entre dientes se acercó a su destino.

— No tenía por que haber hecho eso, entonces ¿Cada hombre que se acerque a mí.. es objetivamente gay porque usted lo dice? Mamá, ya. ¿No es suficiente lo incomunicado que me tienes? no me dejas de salir de casa ...me tiene encerrado, estás encima de mí todo el tiempo. ¿Cree que así haré todo lo que me dice? — JiMin no intentaba elevar su turno de voz, pero simplemente no pudo contener todo lo que se le atravesó en la garganta.

Con la boca apretada y fingiendo que esas palabras no dolían SuRan desvío la conversación.— Anda, sube rápido, no estoy para perder el tiempo escuchando lo mismo. Ya veré si me disculpo con ese profesor.