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'El Inicio de un infierno'

El timbre de la salida estudiantil resonó por todas partes, el representante del salón, Min-Ho, se levantó con mucha elegancia, -— Atención, -—dijo, todos los estudiantes acomodaron sus posturas y miraron al profesor -— Despidan. -— todos en sus asientos hicieron una reverencia, el profesor asintió y salió del salón, los alumnos guardaron sus útiles y algunos empezaron a salir. JiMin, quien aún se mantenía mirando la vista del campo, através de la ventana, no se imutó. Era un estudiante nuevo, no conocidos, no amigos, esa era ahora su suerte.
Su mirada recayó en su libreta, donde llena de rayones inentendibles se hallaba el número de teléfono del profesor de trabajo social, sus ojos picaban, los acontecimientos en su casa no estaban para nada bien, no sentía seguridad, y a eso agregando el hecho de que la chapa de su puerta estaba dañada, miró el salón y no vió absolutamente ningún estudiante, estaba solo y el miedo entro en él, un colegio puede ser un lugar muy tenebroso al estar totalmente vacío, guardó sus cosas y poniéndose su mochila terciado en su hombro salió del salón.

Caminó, mirando hacia atrás, el pasillo desolado, sólo las hojas secas de los árboles tiradas en los pasillos se escuchaban, se apresuró en salir de allí, cuando cruzó el portón de doble puerta fue que pudo encontrar paz, - Oiga, joven- JiMin detuvo sus pies, miró atrás de sus espaldas, el hombre, con rasgos faciales duros, quizas por llevar una vida desastrosa, le miró de una forma poco ordinaria. -— ¿S-si?. -— logro decir, muy pasible.

—- Se le cayó, —- dijo, en su mano extendida una libreta pequeña, JiMin se sorprendió un poco, -— G-gracias. -— tomó la libreta sin tocar las manos del portero. El hombre le sonrió, JiMin trato de hacerlo.

Escapó de allí tan rápido como sus piernas le dieron y cuando estaba por cruzar la doble calzada, el claxon de un vehículo lo abrumo, una camioneta blanca se detuvo frente a él. JiMin trato de alejarse pero le fue imposibilitado.

-— ¿Eres JiMin verdad? —- Los puños se apretaron al rededor de su bolso, —- Sube.

JiMin miró al joven, era uno de ellos, Jo YoungMin, Jo KwangMin, los hermanos Jo, gemelos, muy al parecer populares. Aún no los distinguía y eso lo avergonzó. —- N-n-o hay problema, vivo cerca —- mintió, pues tenía que esperar la parada de los buses, y al ver las calles tan inhóspitas, suponía que ya avía pasado el último. A la ventana del vehículo se sumó el otro hermano, exactamente igual, JiMin se sintió peor. —- Sube, —- hablo el otro, con una voz más gruesa y varonil. —-Hoy hay toque de queda, ya sabes.. -— No, JiMin no sabía. Lo pensó un poco y después asintió, ellos ya no eran tan desconocidos..

La camioneta blanca fue puesta en marcha, JiMin se encontraba al lado de la ventana, con su mochila cubriendo sus piernas, -— Y, ¿Cuando te instalaste? —- habló el chico de la voz grave. JiMin lo escaneó-— Sólo unos pocos días..

-— ¿Tienes novia?, -— preguntó el otro, el que tenía la voz más suave.

-— ¡Hyung!

JiMin no le tomo importancia a la pregunta, -— No..

—- KwangMin te enseñará a casar chicas..

-— Se te olvida que quien casa chicas eres tú Hyung, —- intervino el aludido, ellos empezaron una pequeña discusión por cuál era el más "apuesto" y más "popular" JiMin le causo mucha gracia pero no dijo nada, después sus pensamientos fueron llevados a otro momento, la mirada de YoonGi, quien últimamente lo analizaba en silencio, un fuerte escalofrío lo recorrió sin quererlo, ya le tenía miedo y no era por inventar, la camioneta seguía su cursos por la autopista central, Jimin pensaba en que hacer para poder escapar de la presencia del "Intruso" nombre que se había ganado.