La brisa de medianoche era fuerte, las hojas de los árboles bailaban sin ninguna coordinación, las calles limpias de la gran capital estában vacías de transeúntes a esas horas, ningún sonido alarmante, nada más que las tonadas suaves y delicadas de las susodichas brisas, que inminentemente traían aire frío y segador. Por esa razón los abrigos de colchas gruesa y la calefacción del vehículo se encontraban en armonía con el medio. Los orbes oscuros entre tanta neblina miraban atento las vías y carriles por donde iba andando su muy costoso vehículo.
No había pensamientos normales, después de literalmente escapar por la ventana de la habitación de su hijastro, los dos caminaron apresurados por el césped artificial al frente de su casa.
YoonGi caminó hacia la calle contraria, con JiMin siguiéndolo. El joven estaba asustado pero cuando vio el auto de YoonGi perdió miedo.
Indicaciones sin sonido recibió de su padrastro. Sus ojos brillantes decían algo pero JiMin no comprendió en el momento.
Las casas pequeñas quedaban atrás, este barrio a donde se dirigían era de más clase, esporádicamente la zona estaba llena de conjuntos residenciales, otras cosas eran las mansiones tan altas como rascacielos.
Los ojos estasiados de estupor del menor era descritos como brillantes estrellas fugaces que iluminaban la oscura y tranquila noche.YoonGi no mostraba la ansiedad que abordaba, tampoco podía dejar de escuchar su saliva ni mucho menos dejar de lado el sudor que escurría por su nuca de forma lenta logrando hacerle cosquillas. Pupilas dilatadas lista para el ataque. Cuando logró visualizar el 'apartamento' de su hermano freno. JiMin junto sus manos y miró a YoonGi. Estaban en medio de dos calles que eran rodeadas por lujosos coches. Una calle sin salida en la que solo podían retroceder para encajar en el carril perteneciente para no ir en contra vía.
—- Baja-— demandó como si fuera posible no decirlo.
JiMin así lo hizo, siempre obediente. YoonGi tomó con rapidez la bolsa en los asientos traseros, arrancó la llave de la camioneta y salió para ser envuelto por el frío. Dejó escapar vaho y caminó.
El hombre que cuidaba el establecimiento miró a YoonGi y después a JiMin, hubo un fraccionamiento de segundos donde YoonGi analizó la mirada del hombre para con JiMin por lo que con intención de joder al extraño hombre tomó la mano envuelta por el abrigo grande, abrigo que cubría los tiernos deditos—- No te distraigas, ¿cielo?.-— YoonGi lo halo lejos de ese hombre que no le agradaba, bueno, ese hombre tenia la mirada tan perdida y podrida que YoonGi se preocupó.
JiMin parpadeó, su corazón sufrió dolores por el salto inducido.—-— ..Nada..-— apenas dijo, de paso cubriendo su rostro por el caliente que repentino subió.
Cuando atravesaron los escalones de cemento YoonGi se detuvo, obviamente estaba enojado, no encontró causa y soltó la pequeña mano, que antes había apretado con fuerza—- ¿Conoces a ese hombre?-— sus hombros se tensaron al no escuchar una respuesta, volteó y tomó el cuello del suéter blanco incluso la chaqueta negra que traía el menor-— Pregunté, ¿Conoces a ese hombre?-— recalcó con los dientes apretados.
JiMin agitó la cabeza, —-Es ..el conserje de mi escuela..-— se alejó de YoonGi.
El mayor asintió—- Me lleva la mierda-— refunfuño. Ahora ese hombre lo conocía, otro más con quién lidiar -— Camina-— ambos avanzaron.
Los nudillos pálidos como la nieve tocaron la madera roja, dos golpes fueron suficientes. La puerta se abrió mostrando al hombre de esmoquin gris, y una camisa verde oscuro con dos botones superiores abiertos mostrando su bronceada piel y ligamentos de musculatura.
La sonrisa de labios cerrados fue vista por JiMin, el hombre se veía tan amable y puro que quién no lo conociera podría jurar que era una alma caritativa, desgraciadamente YoonGi lo conocía de casi toda la vida, por lo que sin saludar empujó la puerta haciendo entrar a su hijastro que se mantenía con la cabeza algo oculta por la oscuridad. NamJoon rió con gusto cerrando la puerta.

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𒊹︎︎︎𝕀ℕ𝕋ℝ𝕌𝕊𝕆𒊹︎︎︎ ⚣︎𝚈𝚘𝚘𝚗𝙼𝚒𝚗⚣︎
أدب الهواة『Juego, era lo que realmente creía tener entre sus manos, mover una pieza a la vez, sin embargo.. todo el ajedrez se viene abajo cuando destruyes al Rey』