Cap. XXX: El verano de Aaron

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Los días siguientes fueron lo mismo. Amor, besos, abrazos, risas, pero, sobre todo, sexo. Aaron se tuvo que marchar. A continuación, él os va a narrar su verano.

Hola. Soy Aaron. Mi verano en Oropesa del Mar fue de los más divertidos, aunque hubo ciertos problemas al final. Las cosas se fastidiaron cuando… ya veréis.

Para empezar, mi familia y yo fuimos en dos coches hasta allí, y conociendo a mi padre, que sospechaba cosas sobre mi amor con Dani, iba a estar encima de mí todo el tiempo. Le odiaba. Era la persona más jodidamente antigua que jamás conocí. Pero era mi padre.

La llegada a Oropesa del Mar fue ciertamente atípica. Llovía, llovía y no paraba de llover. El día estaba triste, como yo ese día. Separarme de Dani me mataba por dentro, aunque lo trataba de disimular.

Entramos todos en la villa, a las afueras de Oropesa del Mar. Cinco hermanos, un padre conservador  y una madre que pasaba de todo. ¿Qué podía salir mal?

 Lo primero que hice fue ir a buscar un pequeño trabajo de verano en algún chiringuito, cerca de la playa. Por suerte, no tardaron en cogerme en uno, me pagaban muy poco, pero me dejaban beber gratis allí.

Me embutí una camiseta del bar, y fui a servir a la primera mesa. Pero, oh, sorpresa. Oh, sorpresa, oh, sorpresa. La profesora de inglés que casi me suspende. Solo acompañada por una jovencita de mi edad, de cabellos rubios y ojos verdes.

Al principio no se molestaron en mirarme, pero, en cuanto les pregunté que iban a tomar, Belén me reconoció.

— ¿Qué quieren de beber?

—Yo un… ¿Aaron? ¿Aaron Mendoza?

—Sí—reí avergonzado.

—Hostias, tú eres ese Aaron—dijo la joven.

—Sí, y tú eres…

—Irea, Daniel te habrá hablado de mí.

—Hala. Tú eres esa Irea.

— Sí jajajaja. Cuando salgas, ¿quieres dar un paseo por la playa conmigo?

— ¡Irea, no molestes a Aaron!

—No se preocupe, señorita Belén, estaré encantado de quedar con su hija—dije peloteando a Belén.

—Bueno, yo tomaré un Cosmopolitan, e Irea un nestea con tres hielos.

—Marchando.

La espera se me hizo corta, trabajar allí era solo trabajar y más trabajar, lo que me mantenía entretenido.

—Así que tú eres el famoso noviete de Dani ¿eh?

—Pues sí—reí avergonzado mientras paseaba por la playa.

—Pues es verdad que estás buenísimo.

—Me lo tomaré como un simple cumplido.

—Relájate, tú eres de Daniel, a mí nunca se me ocurriría nada contigo.

Reí de nuevo incómodo. Estuvimos hablando varias horas, hasta las dos de la mañana. Estaba cansado después de haberme chupado un largo viaje, y de haber trabajado varias horas por solo 15 euros.

Llegué a casa ilusionado. Había recibido una llamada de Daniel, aunque no le contesté, no sé por qué. Todos dormían en mi casa, mis dos hermanos pequeños dormían plácidamente. Me acosté en una de las camas junto a ellos.

A la mañana siguiente, fui a la playa con mi familia. Mis hermanos pequeños jugaban en la arena, yo sólo tomaba el sol y de vez en cuando paseaba.

Con un beso y una rosa (Gay/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora