Cap. XX: Con Aaron, unidos más que nunca.

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Os parecerá una tontería; os parecerá que era muy pronto, pero nunca amé más a una persona como amaba a Aaron. No me arrepentí de lo que hice, le quería tanto... Esperaba que él me quisiera tanto, hacía tantísimas cosas por mí...

Estuvimos mucho rato besándonos en el sofá, aquello era tan romántico...Cogí de la mano a mi príncipe y le acompañé a mi habitación. Mi cama era enorme y muy útil para lo que íbamos a hacer.

Me sentía preparado... Nos volvimos a besar apasionadamente en la cama. Mientras lo hacía, Aaron introducía su potente lengua en mi boca. Me aparté tímidamente.

— ¿Qué haces?—decía Aaron, jadeante.

—Ahora verás...—dije juguetón.

Le quité la camiseta, dejando al aire su definido torso, la verdad era que, estando enamorado de él, nunca le había visto sin camiseta. La vista de sus abdominales me ponía a cien.

Empecé a acariciarle el cuerpo, pasando por sus definidos pectorales hasta sus musculosos abdominales.

Aaron me quitó el polo. No era tan fuerte como él, pero tenía los abdominales  bien trabajados. Respirábamos cada vez más rápido, y hondamente, estábamos cada vez más calientes.

Me sentía tan feliz... Le quité el cinturón y le desabroché el botón del pantalón.

—Levántate—dije cogiendo a mi príncipe de la mano.

Acto seguido, le bajé el pantalón, dejando libres sus calzoncillos, en los que se hacía notar un enorme y erecto pene. Aaron se reía tímidamente.

Estaba muy nervioso, el corazón me latía a mil por hora; y entonces, le bajé los calzoncillos. Su pene era muy grande, me apuntaba ansioso, queriendo que jugara con él. Aaron me miraba con ojos brillantes, con ternura, pero a la vez obligándome a que hiciera algo.

— ¿La quieres?—susurró Aaron.

—Por supuesto.

—Abre la boca—dijo cariñosamente.

—Te quiero muchísimo, mi príncipe—le dije mientras la agarraba.

La miré unos segundos fijamente. Masajeé su pene unos segundos. No tardé demasiado en metérmela en la boca.

Entró en mi boca lentamente, haciendo que Aaron suspirase caliente. Se la estuve chupando unos segundos.

—Túmbate, cariño—dije acariciándole el cuerpo.

Se tumbó en la cama, después de besarme y de acabar de bajarse los pantalones, y se quedó ahí, mirándome fascinado.

Me sentía muy nervioso, pero sobre todo, muy caliente.

Le masturbé unos segundos y me la volví a meter en la boca. Aaron gemía profundamente.

 Unos minutos después, Aaron me dio un empujón.

—Me toca—rio Aaron dominándome con su mano.

Antes de que me diera cuenta, la había tomado con mi pantalón.

Hábilmente, me desabrochó el pantalón y me lo bajó, dejándome en calzoncillos. Masajeaba cariñosamente mi pene, todavía encerrado en mi slip. No perdía el tiempo, poco después ya se la había metido en la boca. Ambos gemíamos profundamente, disfrutando apasionadamente de ese momento.

De vez en cuando la soltaba para decir, por ejemplo un "cómo me pones" o un gemido profundo.

—Ponte de rodillas y estira la espalda—dijo Aaron soltándome el pene.

Con un beso y una rosa (Gay/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora